Los Dallas Cowboys vivieron una tarde de domingo para el olvido. En un duelo lleno de emociones y giros, fueron los Carolina Panthers quienes celebraron al final, gracias a la pierna fría del novato Ryan Fitzgerald, cuyo gol de campo de 33 yardas sin tiempo en el reloj le dio a su equipo una victoria agónica de 30-27.
El partido estuvo marcado por el regreso triunfal de un familiar enemigo: Rico Dowdle. El ex corredor de los Cowboys, quien pasó cinco temporadas en Dallas, se convirtió en la pesadilla de su antiguo equipo. Dowdle fue imparable, acumulando 183 yardas terrestres en 30 acarreos y añadiendo 56 yardas por aire con cuatro recepciones, una de ellas para anotación.
La venganza dulce de Dowdle
La actuación de Dowdle no fue un hecho aislado. Por segunda semana consecutiva, el corredor superó las 200 yardas totales desde la línea de golpeo, estableciendo un récord de franquicia para los Panthers con 473 yardas en ese lapso. Su dominio en el terreno de juego sentó las bases para la victoria de Carolina.
«No se puede subestimar el factor Dowdle. Conocía nuestro sistema y hoy nos lo hizo pagar caro. Fue determinante», parecía ser el sentimiento tácito en la banca de Dallas durante todo el encuentro.
Los Panthers no se doblegaron
Del lado de Carolina, el mariscal de campo Bryce Young lució preciso, completando 17 de 25 pases para 199 yardas y lanzando tres pases de anotación. Dos de ellos fueron a las manos del novato Tetairoa McMillan, quien consiguió sus dos primeros touchdowns en la NFL después de una carrera universitaria prolífica en Arizona.
A pesar de la destacada actuación de Dak Prescott, quien terminó con 25 aciertos de 34 intentos para 261 yardas y tres touchdowns, y de un juego monumental del receptor George Pickens (9 recepciones para 168 yardas y un TD), los Cowboys no pudieron cerrar el partido.
La defensa de Dallas, que en ocasiones anteriores había sido un pilar, no encontró respuestas para contener la ofensiva balanceada de los Panthers cuando más importaba.
El desenlace dramático
Después de que Dallas empatara el marcador, los Panthers manejaron el reloj a la perfección en la posesión final. Condujeron el balón hasta dentro del rango de Fitzgerald, quien, con la calma de un veterano, conectó el gol de campo de 33 yardas que desató la locura en el Bank of America Stadium.
Con esta derrota, los Cowboys caen a un récord de 2-3-1, aumentando la presión en el equipo de cara a lo que resta de la temporada. Por su parte, los Pantants mejoran a 3-3 y demuestran que son un rival complicado, especialmente en casa, donde mantienen un impoluto récord de 3-0.