La doctora Mariana Cervantes Silva, investigadora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), recibió el I Premios Mexicanos Aquí Europa, zona Europa Central, por su trayectoria e investigación sobre el ritmo circadiano y el sistema inmune, que examina el papel del reloj biológico en las células inmunes defensivas de primera línea llamadas macrófagos, las cuales atacan bacterias y virus como el COVID-19.

La científica egresada de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) colabora en el Royal Collage of Surgeons in Ireland en el estudio de las células inmunes que combaten invasores como bacterias y virus, y células dendríticas, que recopilan información sobre agentes infecciosos y ayudan a construir inmunidad.

La catedrática destacó que el confinamiento por la pandemia de Covid-19 modificó las rutinas de muchas personas y aunque mentalmente se puede perder la noción de los días, el reloj biológico mantiene un marcador, el cual es importante ajustar.

Cervantes Silva explicó que la luz es el conductor principal del reloj biológico y se debe aprovechar tanto como sea posible. Por ello, recomendó pasar algún tiempo al aire libre por la mañana o al menos estar cerca de una ventana en las primeras horas del día. La científica destacó que el ejercicio matutino es otra forma de ajustar el cronómetro interno, así como dormir todas las noches a la misma hora.

“La investigación muestra que durante el sueño las células del sistema inmunológico que se mueven por el torrente sanguíneo están creando una memoria inmunológica de lo que vieron ese día y se están preparando para protegernos de cualquier amenaza en caso de que la encuentre en el futuro”, destacó.

El estudio de la doctora Cervantes Silva es clave para saber cómo se sincroniza el reloj biológico interno con las diferentes fases del día e identificar los diferentes componentes moleculares que intervienen en este proceso.

Cabe destacar que las aportaciones de la doctora Cervantes Silva están relacionadas con el trabajo de los científicos Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young, galardonados con el Premio Nobel de Fisiología/Medicina 2017, por sus descubrimientos sobre los mecanismos moleculares que controlan los ritmos circadianos.