Foto: Especial/Síntesis
Acaxochitlán.– Con motivo del 27 Encuentro de Agentes de Pastoral Indígena, cientos de participantes se reunirán en la comunidad de San Francisco para tratar el tema central de “La familia indígena, árbol y manantial de vida”.
A dicho encuentro acuden año con año en el mes de febrero representantes de la Iglesia católica teniendo como sede comunidades indígenas de distintos estados de la República, en donde se ha abordado la temática sobre la madre tierra, el agua, el trueque entre otros muchos a lo largo de 27 años.
Para la inauguración del 27 encuentro acudió el arzobispo de la arquidiócesis de Tulancingo, Domingo Díaz Martínez, y como invitada especial la presidenta municipal Rocío Jaqueline Sosa Jiménez, quien destacó la importancia de que haya tocado a la comunidad indígena de San Francisco ser sede nacional de este evento; la alcaldesa dio la bienvenida a los visitantes deseándoles una feliz estancia.
El arzobispo de Tulancingo llamó a la hermandad en el país, a no rivalizar, a ser solidarios unos con otros, ya que la riqueza de la nación es para todos, dijo; exhortó a fomentar la unidad en razón de que así el bien puede vencer el mal, a trabajar, a vivir con alegría y hablar siempre con la verdad.
Alrededor de 600 personas participaron en los ritos de apertura del encuentro que comenzó con una procesión acompañada de imágenes, entre ellas la de San Juan Diego, patrono de los agentes provenientes de todas las regiones del país.
Durante el trayecto se escuchó música de banda, se acompañó con incienso, flores y sones típicos de los pueblos originarios; después se dio paso al enfloramiento de los casi 30 sacerdotes presentes, seminaristas, autoridades civiles e integrantes de la comunidad.
“El pan en la cabeza, me dijeron los que me lo ponían, significa sabiduría; mientras que el que me colocaban en el pecho es un signo de bienvenida ‘con el corazón’ (sic)”, expresó José de Jesús González Hernández, obispo de la prelatura de El Nayar, también presente en el encuentro.
Las actividades se tienen programadas para los siguientes dos días e incluyen ritos, sones, encuentros, exposiciones y convivencia con la participación de los representantes de los pueblos originarios de todo México, indicó Antonio Flores Martínez, coordinador diocesano de la Pastoral Indígena.