Luego de que el ayuntamiento de Pachuca demoliera una capilla que rendía culto a la Santa Muerte, los seguidores de la imagen, entre ellos Oscar Pelcastre líder de la Federación de Organizaciones Independientes del Estado de Hidalgo (FOIDEH) y autodenominado obispo negro, se manifestaron a las afueras de la presidencia municipal para reclamar por lo que consideraron censura a sus cultos religiosos.
Por lo que consideró a la presidencia en voz del secretario General, Rubén Muñoz Saucedo, la demolición de la capilla parte de las supervisiones que realizan a este tipo de espacios que se encuentran irregulares aunado a diversas denuncias ciudadanas que se quejaban del espacio y que la misma no contaba con los permisos correspondientes.
Aunque los inconformes manifestaron que no fueron informados sobre el hecho que procedería, el secretario general señaló que anterior a la demolición se giró una notificación de su situación irregular misma que se entregó la población “ahí había gente, nosotros llegamos y les dijimos aquí está la notificación… tan es así que cuando se demolió se les entregó la imagen que ellos tenían ahí”.
Pese a ello, apuntó a que si existe por parte de la presidencia respeto hacia todos los cultos y creencias como un mandato de la ley, no obstante se debe solicitar permiso al ayuntamiento con 30 días de anticipación para cualquier tipo de construcción que se genere en temas religiosos y solicitar un permiso al igual que tener uso de suelo.
Recalcó que la demolición de la capilla de la Santa Muerte al igual de otra con la virgen de Guadalupe, se demolieron porque se encontraba irregulares y obstruían el paso de peatones “se trata de regularizar toda aquella construcción que no estén en reglamentación”, solicitud hecha por los mismos vecinos inconformes.
Las acciones anteriores se continuarán haciendo en todas las construcciones similares que se encuentren en iguales condiciones según anunció el secretario general.
El líder de la FOIDEH se manifestó tanto en Pachuca como en Mineral de la Reforma donde también se demolió una capilla y calificó a las administraciones panistas de intolerantes, en tanto aseguraron que resguardarían y regularizarían las capillas.