En lo que va del año, la Unidad de Servicio Médico del Sistema de Transporte Convencional de Hidalgo (STCH) dependiente de la Secretaria de Movilidad y Transporte (Semot), ha realizado más de 3 mil 600 exámenes médicos a operadoras y operadores de transporte público en el Estado.
El propósito fundamental, es garantizar que el servicio de transporte público sea prestado por operadores saludables y aptos para trasladar a las y los usuarios, así como promover hábitos saludables entre las y los conductores.
Los exámenes médicos aplicados son parte de los requisitos que deben cumplir quienes deseen obtener por primera vez, renovar o reponer el tarjetón necesario para conducir unidades de transporte público en el Estado de Hidalgo.
El examen médico para operadores de transporte público consta de un interrogatorio sobre los antecedentes personales patológicos para conocer si padecen enfermedades crónicas degenerativas y verificar si están controladas; posteriormente se realiza la exploración física, que incluye la toma de signos vitales para valorar y detectar posibles padecimientos. Después se revisan los exámenes clínicos, como el antidoping de 5 reactivos, el cual ayuda a confirmar el nulo consumo de alguna droga o estupefaciente por parte de los operadores.
De acuerdo a la suma de cada una de las revisiones, se emite el diagnóstico y se identifica si el solicitante padece obesidad, diabetes o hipertensión. Finalmente se determina si el aspirante es apto para manejar una unidad de transporte público. La información obtenida es valiosa para establecer factores que pudieran afectar el desempeño laboral del conductor, atenderlos mediante seguimiento puntual y así prevenir accidentes.
Para el titular de la Semot, Rufino H León Tovar, indicó que verificar y dar seguimiento a la salud de las y los operadores de transporte público, garantiza a la población mayor certeza y seguridad en cada uno de sus traslados y la confianza de que viajan en unidades operadas por conductores sanos y comprometidos con su trabajo.