Fabulosas ganancias han registrado las cadenas de supermercados en Pachuca, con la compra a raudales de paquetes con botellas de agua purificada, latas de atún, de sardinas, galletas, azúcar, granos varios, bolsas con pañales desechables, toallas sanitarias, jabones, detergentes, champús y demás, destinados a las víctimas del sismo del pasado martes.
Han sido tres días de frenética actividad en los supermercados de cadenas las cadenas Walmart, Soriana y Mega Comercial, por quienes han seguido las incidencias posteriores al terremoto que había dejado hasta ayer casi 300 personas muertas y dos mil 470 construcciones colapsadas, el grueso de ellas en la capital del país.
Filas de 20, 30 personas en cada caja se observaron desde temprano y hasta el horario de cierre en sucursales de estas tiendas en Plaza Gran Sur y Plaza Villas de Pachuca.
En los “carritos”, frente a las cajas registradoras, se observaban los “colchones” de papel sanitario, los garrafones de un galón de agua, los envases con detergentes líquidos, las cajas con materiales de curación, las latas empiladas de comida enlatada o en sobres, entre muchos de los productos solicitados por los cuerpos de socorro.
“Si con lo único que puedo ayudar es donando comida, pues aquí se las llevo”, comentó Azucena Gutiérrez, maestra jubilada de 68 años de edad.
Familias completas se daban a la tarea de realizar las compras para, posteriormente, llevar los productos a centros de acopio como el instalado en la Plaza de Toros, en la Feria de San Francisco, o en los centros de acopio instalados a lo largo del bulevar Valle de San Javier.
“Lo bueno es que ya venden guisados, frijoles refritos, arroz listo para servir, no que antes sólo mandábamos atún”, comentó a su vez Luz María Aragón, quien realizaba compras con sus hijos Camilo y Santiago, de 12 y 10 años de edad.
“Los que están haciendo su agosto con el terremoto son los supermercados. He tenido que ir tres veces en estos días al Aurrerá, y la tienda aquí en Plaza Gran Sur, atestada. Hasta la fila de adultos mayores y mujeres embarazadas, saturada”, destacó a su vez la también maestra Leslie Martínez.
Declaración que pudo ser comprobada al acudir a esa tienda, en donde casi la totalidad de las cajas debieron ser abiertas para poder atender a una clientela que, se hizo evidente, realizaba compras de productos para donar.
Los autos que salían con rumbo a la Plaza de Toros, a entregar los productos, eran recibidos en este lugar por jóvenes que de inmediato se ofrecían a cargar paquetes y comenzaban a clasificarlos.