Tras la contingencia que provocó el sismo en el centro del país, han surgido diferentes centros de acopio en la ciudad de Pachuca, pero uno se ha destacado por su singular surgimiento y organización, que es el ubicado en el estacionamiento Plaza de Toros, en el fraccionamiento Juan C. Doria, de donde han salido más de 350 voluntarios hacia las zonas de desastre.
Desde el martes en que ocurrió el terremoto, cinco jóvenes pachuqueños se dieron a la tarea de organizarse para llevar ayuda a la Ciudad de México, como explica Christian Santillán Flores, uno de estos primeros organizadores de este centro de acopio, que después creció con la ayuda de más jóvenes y personas que han querido movilizarse en favor de la gente que quedó damnificada por el temblor.
“Afortunadamente desde el día martes que se suscitó esto, como te puedes dar cuenta no somos de ninguna asociación ni nada, somos un grupo de amigos, gente de Pachuca que nos conocemos, empezamos este pequeño proyecto el día martes, tuvimos muchísima respuesta, ya sabes, en Pachuca todo mundo se conoce entonces agarramos de la gente que conocemos para que nos proporcionara camiones y víveres”.
Destacó que el primer día, toda la ayuda que recabaron se mandó a México, hasta que a las 3 de la mañana la última brigada de personas y víveres ya no le permitieron el paso, “entonces el día miércoles nos dedicamos a Puebla, y ayer jueves todo fue Morelos”.
Santillán Flores explicó que su modo de operar es que la gente deja la ayuda, se registran y se registran también voluntarios, que quienes llevan un registro bien de la gente que va, “mandamos como prioridad médicos y paramédicos, los tenemos como prioridad con lo que la gente va”.
Detalló que la gente se acerca, le comenta que tiene algún vehículo, y se van los médicos y el medicamento que tiene.
Expuso que han mandado a los tres puntos afectados aproximadamente a 300 personas tan sólo el día miércoles, pero el primer día 50 personas se fueron de brigada a ayudar a la Ciudad de México.
“Conforme se va la gente, se van en caravana, porque la idea es: ‘se van juntos, regresan juntos’, se van cuatro carros, se llevan muchísimas cosas y víveres”.
“La orden es entregar a la gente, no dependencias, no de gobierno, no nada, si tienen algún problema, muévanse y váyanse a buscar a la gente que lo necesite y se lo entregan. Aquí como estamos trabajando es que llega la gente, tengo carro, tengo un vehículo, se llena de cosas y se va la gente de aquí y se da cuenta que se entrega”.
Santillán comparte que es estudiante, no trabaja en el gobierno, y no han tenido ningún problema.
En cambio, revela que el único problema que han tenido es que ha llegado gente, de dependencias y de empresas, que le han ofrecido llevarse sus víveres, “y le decimos, sale, te lo lleno y te llevas a mi gente”, a lo que les responden que no, que se quieren llevar el acopio pero con su gente, por lo que declinan de este tipo de ayudas, ya que quieren tener la completa certeza de que la ayuda llegue a quienes la necesitan.
“Yo no les puedo llenar un camión de víveres, cuando no sé ni a donde van”, afirma Santillán y añade, “aquí la que se va es porque la gente de aquí se da cuenta que se entrega, porque tengo contacto con ellos, ahorita tengo dos camionetas en Atlixco, Puebla, que fueron y dejaron víveres y se quedaron sin gasolina, estamos viendo cómo los regresamos, estamos consiguiendo recursos y si no, se los vamos a mandar”.
Indicó que hasta el miércoles un amigo de una gasolinera del bulevar Everardo Márquez los apoyó con gasolina, pero el recurso se había acabado.
Reconoce que hay la dificultad con casetas y gasolina, los voluntarios desembolsan de su propio recurso para casetas y en los transportes que han conseguido, se van los voluntarios.
“Ayer llenamos un tráiler, hasta mediodía se llenó, se llenaron otras dos camionetas aproximadamente de 6 toneladas y se mandaron anoche, junto con un autobús de pasajeros, para 40 personas, entre ellos médicos, rescatistas, a todo les doy casco, les doy pala, les doy picos y los mando bien preparados para mover escombros”.
Sobre los envíos, relató que el primer día mandaron un camión tortón de 18 toneladas y se mandaron 53 vehículos, el jueves llenaron un camión de 40 toneladas, con herramienta, palas, picos, 40 carretillas, además de que lograron una donación de 5 mil láminas de aluminio, “pero el problema para todo eso es mover el transporte, lo cual estamos gestionando, por eso publicamos en redes sociales y aquí estamos desde el martes”.
Paula María, Analí, Malú Torres Vizcaíno, Ricardo Cortés y Christian Santillán empezaron este esfuerzo, que de pronto creció y se llenó de muchísimos voluntarios, “yo he dormido 3 horas, igual trabajo, pero aquí andamos”.
En este centro les enorgullece haber mandado un camión al que le tomaron una foto el equipo del periodista Joaquín López Dóriga, que circula en redes, ya que en sus costados llevaba mensajes de apoyo desde Pachuca y el cual fue recibido con música del Cielito Lindo.
Ayer se alistaban para partir a comunidades a las faldas del volcán, una es Platanal, del lado de Puebla, y la otra Tlacula.