El ser humano en el plano vivencial es producto del medio natural, es también el fruto de influencia de grupos sociales a la que pertenece, es el resultado de un conjunto de saberes que forma parte de su cultura material y no material; es el efecto de ancestral herencia. El legado de una colectividad para que el individuo conserva su aspecto subjetivo, por medio de ello, la persona asuma su actitud consciente y voluntario de querer formar parte de ese grupo que los distingue por ser poseedor de una herencia cultural.

La identidad cultural se demuestra en el desempeño de las actividades cotidianas, en las relaciones laborales, en la interrelación con otros grupos; desde luego se posee el sentido de pertenencia a la etnia cualquiera que esta sea.

La estabilidad de una población se da por lazos inculcados desde la familia, se recalca la pertenencia a una colectividad, en el interior de ella se comparte y se asume una forma de vida, haciendo suya esa historia del grupo social a la que pertenece. Todo grupo social posee costumbres, se practican tradiciones herencia de siglos, los une una serie de valores y normas.

La distancia temporal es trascendente para el estudio de la vida social de una cultura, porque está profundamente unida a sus procesos de desarrollo, y también de interacción; en el pasado es donde radica la explicación del presente, también es para trazar el prometedor futuro. “A saber, la distancia temporal no implica brecha o ruptura, por el contrario, el conjunto de la tradición nos hace sabernos herederos del ayer, aun cuando el nexo con él implica el recorrido de un trayecto menor, reciente, o mayor, distante, pero nunca ajeno”. Así externó María Eugenia Borsani. (2008). En su ensayo; pasado e identidad. la traza rememorativa en la construcción de la identidad.

El presente contiene prácticas del ayer de grupos originarios en los distintos Estados del país, en el Estado de Hidalgo, entre ellos: hñähñu, náhuatl, tepehuas, totonacos, huastecos.  prueba de estos ritos es el festejo de Día de Muertos. En esta usanza, el festejante pone su afecto respeto, ingenio y utilidad material obtenidas por días de trabajo, con el objetivo de venerar a sus ancestros.

El cariño de varias decenas de persona hacia sus antecesores, condujo a elaborar la Ofrenda de Día de Muertos por las calles de la Avenida Juárez en la Ciudad de Pachuca, el derivo la obtención de ser reconocido mediante el título de Récord Guinness por ser en este año el altar más grande del mundo, más dicha ofrenda contiene la cosmovisión y la filosofía de vida de los grupos originarios que pueblan la entidad federativa.

Desde luego, este reconocimiento contribuye el trabajo Olaf Hernández Sánchez, secretario de Cultura del estado de Hidalgo, el apoyo del secretario de Turismo, Eduardo Javier Baños Gómez, del grupo de investigadores para fundamentar la cosmovisión de grupos étnicos ancestrales entre ellos:  Raúl Guerrero, investigador en Hidalgo. Político y periodista estounidense Norman Cousin: “La muerte no es la mayor pérdida de la vida. La mayor pérdida es lo que muere dentro de nosotros mientras vivimos”. Lo que se pierde en forma paulatina mientras vivimos son las lenguas originarias. Eso es fatal. Eso creo.