Es injusto un posible recorte al presupuesto indígena en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2017, dijo Héctor Pedraza Olguín, subsecretario de Atención a Comunidades Marginadas y Zonas Indígenas de la Sedeso.

Lo anterior, debido a que “según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) el único sector económico que registró datos positivos en el tercer trimestre del 2017 fue el de actividades primarias, con un avance de 0.5%, – incluye a la agricultura, ganadería -, al igual las remesas que provienen de EU muestran certidumbre, ambos sectores son los principales ingresos de las familias rurales”

Por ello, Pedraza Olguín señaló “es injusto un posible recorte al presupuesto indígena en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2017, que en próximos días aprobarán los legisladores federales”.

Además el funcionario Hñahñu agregó que se entrevistó con legisladores federales de diferentes corrientes ideológicas, donde resaltó, «Si bien las condiciones macroeconómicas, la volatilidad del peso ante el dólar y la incertidumbre de que EU reduzca la tasa corporativa de 35 a 20 por ciento, representaría una reducción de inversión extranjera en México, y como consecuencia la generación de empleos también; en este panorama económico el Estado debe mirar hacia su mercado interno y fortalecerlo con políticas fiscales y monetarias sólidas».

El funcionario estatal, dijo, a nombre de las entidades que tiene en su organigrama dependencias indígenas y la Red de Pueblos Originarios de México, presentarán un propuesta para evitar la reducción y recortes presupuestales en los recursos que combaten la marginación, así como la pobreza y los esquemas de financiamiento comunitarios en la materia.

Finalmente, Pedraza Olguín invitó a hacer una lectura autocrítica de los aciertos y desatinos de nuestro devenir histórico en los últimos 50 años, esto nos ayudará a decantarnos a actuar con mayor responsabilidad en el futuro, y cambiar los recortes presupuestarios, por los recortes a la corrupción, que representan un 9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), así evitar la aparición de una “recesión democrática”, donde el camino no es el populismo.