Existe un nuevo capítulo en la disputa que mantiene el grupo universidad (particularmente, Gerardo Sosa Castelán) con el gobernador del estado, Omar Fayad Meneses. No hace mucho la posibilidad de incluir en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) un órgano de control interno que pudiera fiscalizar sus recursos (recursos que son públicos) prendió los focos rojos dentro del clan universitario.
La reacción, ante tal hecho, fue una campaña sin precedentes para defender “la autonomía universitaria”. El asunto llegó a tribunales y en este momento se encuentra en una “suspensión provisional”, acto jurídico que implica sólo una pausa temporal para no generar perjuicios al agraviado. Dicho en otras palabras, es una especie de tregua jurídica temporal.
No obstante, los partidarios del grupo universidad consideraron esa suspensión como una posible victoria; y en los medios que tienen a su alcance (redes sociales, académicos alineados a Sosa y el periódico El Independiente) pregonaron su temporal gloria contra lo que llamaron “Ley Fayad”.
Pero a Gerardo Sosa no le gustan las medias tintas. De tal manera que encontró una veta de oportunidad en un reciente acontecimiento que causó algarabía en el estado. En días anteriores, el gobernador Fayad fue recibido en la residencia oficial de Los Pinos por el presidente Enrique Peña Nieto para anunciar una inversión histórica en territorio hidalguense. Lo anterior, debido a la construcción de una planta cervecera.
Según los datos que se presentaron, se aseguró que el Grupo Modelo al concluir su nueva planta en Apan, producirá 3 mil millones de botellas de cerveza al año. Esto equivale a 9 millones de botellas diarias, con una inversión de 14 mil millones de pesos. Con ello, dijo el gobernador Fayad, se duplicará el número de empleos en la región con salarios tres veces superiores al promedio de la zona.
Las reacciones positivas ante tal anuncio no se hicieron esperar debido a que una inversión de tal envergadura no se consigue todos los días. Todavía se escuchaban los últimos aplausos cuando una nueva campaña de Gerardo Sosa trató de desdibujar el optimismo generalizado.
Ocupando los medios que tiene a su alcance, Sosa dio la orden de publicar un estudio elaborado por investigadores de la UAEH, donde se sostiene que el proyecto anunciado del Grupo Modelo dejaría a la zona de Apan en un grave problema de desabasto de agua.
La respuesta del gobierno fue inmediata. En voz del director general de la Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales (Caasim), José Jesús Sanjuanero Rodríguez, se aseguró que: “el gobierno del estado diseñó una estrategia de optimización del agua, la cual garantiza la disponibilidad para la población, además de su sustentabilidad una vez que la empresa se establezca, como la reducción en sus procesos, la reintegración del agua residual, así como la selección de equipos con tecnología enfocada a su consumo eficiente”.
No sólo eso, el funcionario de la Caasim acusó al rector de la UAEH, Adolfo Pontigo (y por extensión a Gerardo Sosa), de organizar una campaña contra el proyecto de la Cervecería Modelo, bajo el pretexto de la falta de agua potable en la zona de Apan.
Y para rematar, el funcionario estatal increpó: “mejor que nos responda el rector Adolfo Pontigo quién le da instrucciones para que la Universidad no pague el agua, porque sabemos que para partidos como Movimiento Ciudadano y para publicaciones como El Independiente sí hay dinero, pero no para ejercer el derecho de pagar el agua como cualquier ciudadano o institución”.
En este segundo round entre Sosa y Fayad hubo más golpes pero nada para definir un ganador. Todavía, siguiendo la metáfora del box, se están midiendo. La pregunta es si habrá un tercer episodio en esta contienda que sólo ha servido para hacer sombras y amagar al adversario.
Lo cierto es que los tiempos electorales ponen muy inquieto a Sosa Castelán. Quien como de costumbre utiliza a la UAEH para mantener activa su lánguida trayectoria política. Ojalá que muy pronto otros vientos lleguen a la máxima casa de estudios para restablecer sus prioridades. Entre ellas, contribuir a la generación de capital humano e intelectual capaz de discernir y proponer, involucrado con las causas sociales y con el estado de Hidalgo.
Pero lejos de eso, la UAEH prefiere desgastarse haciendo política a través de sus peores formas. Una política de poca monta que tiene como objetivo principal defender los intereses de Sosa a través de su disfrazada disidencia.
Twitter: @2010_enrique