Comenzaron las compras “fuertes” previa a la celebración de la tradicional cena de Nochebuena, y la Central de Abastos y tiendas de autoservicio se observaron este jueves congestionadas, por quienes buscan los ingredientes necesarios para el festín familiar con el que se celebra la Natividad.

 

“Un hormiguero no tiene tanto animal”: Chava Flores

La canción del mexicanísimo Chava Flores ronda en la cabeza mientras se dan vueltas y vueltas buscando en donde estacionarse, el carro amenaza con calentarse, debe decidirse si se confía en el “viene, viene” que asegura cuidar el auto para que no sea multado por ocupar un espacio para personas con discapacidad, para luego esperar que se desocupe un “carrito” e ingresar a atestados pasillos, y armarse de valor para formar fila para pagar y salir, es el escenario que espera a quienes acudan a los supermercados en estos días.

A tres días de celebrarse la Nochebuena, la Central de Abastos no pinta mejor: caminar con torpeza en los atestados pasillos bajo el constante llamado de alerta de “diablo, diablo”, como si los “diableros” tuvieran prioridad sobre los consumidores; “rancheadores” que caminan pesadamente entre consumidores ofreciendo su mercancía; comerciantes que desesperan ante la indecisión de la clientela, pesado de mercancías al “ahí se va”, falta de cambio y la exigencia a los compradores de que lo lleven, son la realidad que se enfrenta por adquirir productos a bajos precios.

 

Cinco nopales por 10 pesos

Y en esta temporada en la que el guajolote se cambia el nombre, y el precio, y se llama pavo; cuando los humildes romeritos se cotizan alto y compiten en precio con los camarones y pescado seco, y la falta de lluvia pasa factura, en la Central de Abastos se venden cinco nopales grandes –muy babosos y duros- en 10 pesos, y 15 nopalitos tiernos de granja alcanzan los 35 pesos.

Suben de precio también, por la ley de la oferta y la demanda, los chiles secos. Incluso el popular guajillo, que se vendió en el año en 90 pesos el kilo, se vende en estos días en 120 pesos; mientras que el ancho alcanza los 140 pesos y el preciado mulato los 180 pesos.

Se observa por doquier la oferta de paquetes de cuatro de manojos de hojas secas de maíz, que se venden en 60 pesos en promedio, dependiendo de la calidad.

 

Aparte su pavo aderezado

En los supermercados aparecieron ya las charolas de aluminio desechables con los pavos aderezados, listos para hornear, mientras permanecen en los anaqueles las invitaciones impresas a apartar este platillo.

Quienes prefieren pagar y no dedicar horas a la estufa y horno, encuentran también ya, para llevar al refrigerador y hornear la tarde del 24 de diciembre, las piernas de cerdo enchiladas, las piezas de jamón, los cuetes y filetes listos para ser horneados, además de frutos frescos y secos para preparar el ponche.