En un reto para cerebros con capacidad sobresaliente se convirtió el cálculo para el cobro del servicio eléctrico a la industria, el comercio y los servicios, después de que la Secretaría de Hacienda dejara de establecer las tarifas, y se emplearan una serie de mecanismos autorizados desde el año 2015, pero que fueron ampliados, reformados y complementados de diciembre a la fecha.
Un galimatías matemático que trató de explicar la tarde de este jueves la licenciada Xaxay Turrubiates Vázquez, Superintendente de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) Zona Centro, a una veintena de empresarios reunidos en el Consejo Coordinador Empresarial de Hidalgo (CCEH). Esfuerzo sin éxito por la complejidad de los mecanismos empleados, de acuerdo a opiniones de los presentes.
En su explicación la funcionaria de la CFE detalló que una vez que la Comisión Reguladora de Energía (CRE), tomó en sus manos el tema de las tarifas de electricidad, la CFE fue dividida por sectores –generación, transmisión, tipo de energía, comercialización, etcétera-, los que igual que el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senese), realizan cálculos individuales de cobro que luego se suman para dar establecer el cobro final al consumidor.
Corresponde a la CFE ahora, dijo, encargarse solamente de la comercialización de la energía.
Para realizar estos cálculos individuales, los sectores que componen ahora la CFE, cuentan con “acuerdos” que fueron emitidos en diciembre pasado, otros más en enero y uno último a principios del presente mes de febrero.
La comisión cuenta ahora, expuso la funcionaria, con nuevos tarifarios que entraron en vigor hace 15 días, y que ya algunos consumidores registraron en sus recibos de cobro. Entre ellos está un cliente, según ejemplificó, que pagaba siete mil pesos por electricidad destinada al riego, cobro que ascendió a 40 mil pesos.
Sin embargo se aprobó entonces, a principios de febrero, un nuevo cálculo y es muy posible que ese cliente pague un siguiente recibo de seis o cinco mil pesos.
Aseguró que con este nuevo tarifario, elaborado en base a “tarifas reguladas”, el cambio lo notarán el grueso de las empresas en su siguiente recibo.
Por el momento, las tarifas domiciliarias seguirán sin modificaciones.
En el caso de los cobros a sectores productivos, la tarifa final se integra con las tarifas de transmisión, distribución, suministro base, costos del mercado y costo de generación.
Se tiene además un subsidio oficial para los clientes de consumo doméstico.
Destacó que del total del dinero obtenido por el cobro del servicio eléctrico, corresponde al Senase distribuir entre los distintos sectores, tomar su parte y entregar la suya, por comercialización, a la CFE.
Detalló además que el precio de los kilowatts-hora, que son “como los kilos al comprar tortillas”, se dividió en dos: cobro de capacidad y cobro de distribución, además de crearse el cargo físico en media tensión.
Se mantendrán sin cambios los cobros mínimos mensuales de 42 pesos a usuarios domésticos, y de 470 pesos a sectores productivos.
Cuestionados sobre las explicaciones recibidas, empresarios asistentes coincidieron en señalar que resultan sumamente confusas. “Si ya necesitaba contador para pagar impuestos, ahora voy a necesitarlo para ver si me cobran bien la luz”, comentó una de ellas.
Cabe señalar que organismos cúpula empresariales en el país, como la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) y la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), han señalado la necesidad de simplificar los mecanismos de cálculo del cobro por el servicio.
Esto llevará a la CFE a reunirse con los organismos empresariales en el país para explicar dichos mecanismos.