El municipio de El Arenal se prepara para la Feria del Señor de las Maravillas, la más concurrida en el estado, que tendrá lugar del 14 al 19 de los corrientes.
Los artesanos comienzan a ganar espacios a lo largo de la carretera; labores de profunda limpieza se realizan en el atrio del templo; se repintan los señalamientos en cajones de estacionamiento, se reparan luminarias, etcétera, para recibir entre 300 y 400 mil visitantes.
Un recorrido por este poblado permitió conocer que además, los comerciantes de antojitos que se instalan a un costado del templo ya se preparan también para una gran demanda de alimentos y bebidas, además de abastecerse de insumos. En los puestos de dulces típicos ya se observaron, el fin de semana, toneles de dulces y de botes de 20 litros con miel de abeja, mermeladas y cajeta de leche.
Es la fiesta, en donde además todo el mundo gana; las amas de casa, los jóvenes y hasta niños, encuentran en esos días trabajo temporal, ayudando a las cocineras, sirviendo de meseras, como dependientas, o los hombres adultos, en tareas de seguridad y vigilancia.
El pasado fin de semana se observó ya una notable afluencia de fieles del Señor de las Maravillas, que acudieron “con tiempo” a rendirle culto, para evitar los congestionamientos de personas y vehículos que se produce durante la feria.
“Yo camino muy despacio, con bastón, y los meros días no alcanzo a llegar ni al atrio, además de que pueden empujarme y caerme”, comenta Eloisa Ramos, quien viajó desde la Ciudad de México “a cumplirle al santo”.
Los que llegaron el fin de semana se encontraron con un atrio pulcro, pues fue lavado a profundidad en la semana. En el interior del templo las tareas de limpieza también se profundizaron, y los santos y vírgenes fueron limpiados, además de las bancas de madera y los pisos.
Llamó la atención de los observadores la llegada, con antelación, de decenas de artesanos que ya se han instalado a lo largo de la carretera, con la venta de artesanías en barro, molcajetes y metates, sobreros y canastas de palma, prendas de vestir bordadas, macetas de barro con incrustaciones de piedra, talabartería; desde recipientes hasta hieleras y flotadores, hamacas tejidas y mucho más.
¿700 pesos un molcajete? ¡ni la Osterizer de lujo!
Entre las artesanías llamaron la atención los molcajetes fabricados con piedra volcánica, sobre todo por su precio: 700 pesos uno de diámetro de unos 25 centímetros.
“¿700 pesos? ¡ni la Osterizer de lujo!, exclamó alarmada una mujer adulta que se negó a dar su nombre, quien consideró que algunas de las artesanías que ahí se venden tienen precios “para extranjeros, no para nosotros”.
Sin embargo, se observó a numerosas personas retirarse del poblado cargadas con cazuelas de barro, sombreros de paja y prendas bordadas, además de dulces y coronas de flores.