Un brote de influenza aviar registrado en Guanajuato es la causa que esgrimen distribuidores para elevar el precio del kilogramo de huevo, que alcanza en Pachuca los 38 y 40 pesos el kilo, mientras que en la Ciudad de México se vende hasta en 45 pesos y en Hermosillo, Sonora, en 50 pesos.
Información del comercio local y difundida por medios de circulación nacional, señalan que mientras la rejilla de 30 huevos alcanza un precio de entre 64 y 70 pesos en Pachuca, marca San Juan, en la capital del país esta se comercializa con precios de entre 75 y 90 pesos, dependiendo la marca o falta de la misma.
El huevo es uno de los alimentos cuyo precio más se ha disparado en los primeros tres meses del año, pues su precio en Pachuca era de 25 pesos el kilo, en promedio, en diciembre último.
“A nosotros nos dicen que por la gripe aviar que se produjo en Guanajuato, pero la realidad es que no sabemos por qué ha subido tanto”, comentó Juan Manuel “N”, empleado de un expendio de huevo Rico Máx Pollo, al sur de Pachuca, en donde el diciembre el producto se comercializó en 22 pesos el kilo y ahora se comercializa en 35 pesos.
Una supuesta escasez de huevo que pareciera no existir si se observan la abundante oferta del mismo en los supermercados, en donde se observan leyendas con precios de entre 64 pesos la rejilla de 30 piezas.
“No hay alimento más caro que el que no hay”, comenta a su vez José Luis Rubio, viejo comerciante quien recuerda “aquello años de los ochenta, cuando no había aceite, azúcar, pasta de dientes”. Asegura el comerciante que aunque caro, “la gente sigue comprando huevo, pues a todos nos gusta, y aunque más caro, sigue siendo barato”.
El “huevo de rancho”, en seis pesos la pieza
El precio del huevo varía de acuerdo con la calidad del mismo; en mercados del centro de la ciudad se vende huevo sin marca, con cascarón sucio, pero en 30 y 32 pesos el kilogramo.
En contraste, comerciantes informales que se instalan en el exterior del mercado Primero de Mayo ofrecen, por pieza, media docena o docena, “huevo de rancho” fresco, aunque a seis pesos la pieza.
Se trata de mujeres que crían gallinas en poblados cercanos a Pachuca, como Real del Monte, Carboneras o El Chico, y que además de huevo comercializan hortalizas de sus huertos, hojas comestibles y hasta animales vivos como pollos, gallinas, guajolotes y conejos.
El huevo fresco de rancho es adquirido para alimentar enfermos, bebés, o para ser utilizados en “limpias”, sin protestas de los consumidores por su elevado precio.