Después de Puebla, Hidalgo es el estado en donde más perforaciones a ductos de Pemex se registran en el país, seguido por Veracruz, Tamaulipas y Guanajuato. Robo de combustible que representan pérdidas económicas anuales por 30 mil millones de pesos para Petróleos Mexicanos (Pemex).

Esta situación ha obligado a la empresa a sustituir el transporte de combustibles a través de ductos con el de pipas, las que viajan fuertemente custodiadas en muchas ocasiones.

Información difundida por Pemex subraya además que han sido detenidos y presentados ante el Ministerio Público dos mil 500 presuntos huachicoleros, además de asegurarse seis mil 600 vehículos y recuperar 14 millones de litros de combustible robado.

Esto ha sido posible, destacó la empresa, gracias al respaldo ciudadano, pues han sido denuncias ciudadanas las que han permitido alcanzar las cifras antes mencionadas. La ciudadanía rechaza el robo de combustibles tanto por el impacto económico a Pemex como por el riesgo que este representa para las propias comunidades.

Además, Pemex ha cerrado un centenar de expendios sospechosos de vender combustible robado, y ha despedido y consignado a las autoridades a cerca de 100 empleados  por sospecha o evidencia de que han proporcionado información o han participado en el robo de combustible.

Lamentó Pemex, sin embargo, que sólo el 2% de los detenidos por robo de hidrocarburos están sujetos a proceso judicial, pues considera  que si los procesados terminaran en la cárcel, tras comprobarse su culpabilidad, se combatiría con mayor efectividad este delito.

Se detalló que la ubicación de las tomas clandestinas detectadas se dan mayoritariamente en los estados de Puebla, Hidalgo, Guanajuato, Veracruz, Estado de México, Tamaulipas, Tlaxcala, Michoacán y Jalisco.

Es en los estados del centro del país, se precisó, en donde crece más aceleradamente el robo de combustibles a través de la ordeña de ductos.