Los términos oír y escuchar son sinónimos, sin embargo, difieren por el grado de atención que se aplique a la resonancia del sonido, el diccionario de la Real Academia Española (REA) define el término oír: “Percibir con el oído los sonidos”. En tanto que, escuchar: es “prestar atención a lo que se oye”. Es decir, escuchar es dar importancia las expresiones vertidas, distinguir la profundidad de las palabras. Además, escuchar exige aproximación de la persona o personas que queremos escuchar y que nos escuchen.

Escuchar requiere cercanía de los dialogantes, proximidad para atrapar las palabras, mirar las gesticulaciones y ademanes para que juntemos la voz, a la persona para escucharla y que nos escuche, se hace tangible la cercanía es significativa porque expresa la importancia que concedemos al otro. La cercanía no nos deja escapar palabra alguna que debemos escuchar y entender.  Entender el significado lo escuchado es conocer la cosmoaudición del emisor se escuchan las palabras de acuerdo al timbre de la voz, duración de voz, y tono de voz, características de idiomas y lenguas originarias.

Lo mismo sucede con la expresión ver “percibir algo material por medio del sentido de la vista”. Observar es: “mirar algo con atención y recato, atisbar“. En otras palabras, es estar a la mira de actos, realidades que son diferentes, esto conforma la cosmovisión. Escuchar y observar son elementos de transformación de nuestras vidas, por eso, los intérpretes y traductores sirven de enlace entre las instituciones de la CDMX con los hablantes de estas lenguas originarias.

La organización de la sociedad es una de las necesidades primarias del conglomerado social, es la más sustantiva y urgente de la vida social organizada, la aptitud de mando es requisito de gobierno. El anhelo de mando que caracteriza algunos hombres y mujeres, de vocación y aptitudes es un hecho que nace del hombre dedicado a la administración Pública y a la política.

El Doctor José Ramón Amieva Gálvez, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, otorgó reconocimientos a los integrantes de la Red de Intérpretes y Traductores de Lenguas Nacionales en la CDMX, coordinados por la Lic. Evangelina Hernández Duarte, titular de La Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (SEDEREC). La CDMX alberga grupos mayoritarios hablantes: el náhuatl, mixteco, otomí, mazahua, zapoteco y maya. El pasado 2 de mayo en el Club de Banqueros. Fueron agradecidos con reconocimiento y con palabras alentadoras: «Cuando aprendemos, aceptamos y amamos nuestro origen, seremos venturosos en nuestro destino; cuando entendemos que esta ciudad es multicultural, pluriétnica, multilingüística, estamos conociendo y reconociendo en la parte jurídica la cosmovisión que es ese el sentido de a dónde van las futuras generaciones, amando lo que tenemos y generando este reconocimiento de los pueblos indígenas«.

En la alocución del Dr.  José Ramón Amieva Gálvez reiteró con emotividad para los agasajados: «Lo que tenemos el día de hoy es producto de una herencia. Muchos prefieren a veces dejar bienes, posesiones, pero nada puede ser más bello que heredar nuestra cultura, costumbres, identidad, sentimientos«. Las palabras emitidas son el resultado de 21 años de servicio en diferentes responsabilidades adquiridas en endosada por la CDMX.

Loables es la actitud de José Ramón Amieva de reconocer la importancia del rol que desempeña los intérpretes y traductores de pueblos originarios para que en CDMX para que practiquen sus tradiciones, costumbres y formas de organización social y productiva. Además de la preservación de las lenguas, fomentar las artes, literatura; historia y filosofía de cada grupo étnico. El jefe de Gobierno de CDMX aplica lo externado por Johan Wolfgang von Goethe literato alemán, se hizo la interrogante: “¿cuál es el mejor gobierno? El que nos enseña a gobernarnos a nosotros mismos”.