A partir de este miércoles, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) se suma a la labor de la Profeco para sancionar a todas las gasolineras que no exhiban sus precios vigentes y su número de permisionario, ahora en grandes marquesinas, con multas que podrían alcanzar los 39 millones de pesos.
Con esta medida, las más de doce mil estaciones que operan Pemex, BP, Shell, G500, Total o Repsol en el país, deberán mostrar sus precios a la vista del público en marquesinas digitales o manualmente, de forma que los precios resulten legibles y marcados en pesos por litro.
Las marquesinas en donde se anuncien los precios deberán estar al menos a 20 metros de distancia de los expendios, y mantenerse iluminados tanto de día como de noche.
Las multas, que irían de 15 mil a 450 mil veces el importe del UMA, se aplicarán cuando se compruebe que las denuncias por falta de estos anuncios son reales.
¿Y los litros “de a litro”?
Con estas acciones la CRE se suma a la tarea de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), de verificar que los expendios de combustible ostenten precios a la vista del público y cuenten con máquinas despachadoras debidamente calibradas.
De igual manera, y hasta este martes, que las máquinas despachadoras ostenten los precios de los combustibles, lo que hasta ahora se venía haciendo con leyendas pequeñas, difíciles de apreciar.
Sin embargo, el despacho correcto de combustible sigue siendo una responsabilidad exclusiva de oficinas centrales de esta procuraduría, que no involucra a las delegaciones estatales, a las que ni siquiera informa de manera previa sobre sus operativos en las entidades.
“Nosotros nos enteramos que tuvo lugar un operativo o que tales y tantas máquinas despachadoras fueron inmovilizadas por dar litros incompletos, hasta que la verificación ya tuvo lugar”, ha comentado en diversas ocasiones el delegado de la Profeco en la entidad, José Alberto Chávez Mendoza.
Anuncios de “aquí sí despachamos litros de a litro” de algunas gasolineras en Pachuca, como en el resto del país, lleva a pensar que entre los propios distribuidores de gasolina se “ventanean” de la práctica frecuente de despachar litros incompletos del combustible.