Ante los elevados costos que generan los tratamientos de las enfermedades crónico degenerativas, la diputada local plurinominal el PRI, María Luisa Pérez Perusquía, propuso modificar la fracción I del artículo 151 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, para la deducción de impuestos.

En tribuna, la también coordinadora del grupo legislativo del PRI en el Congreso del Estado, manifestó que los programas y sistemas de salud pública muestran limitaciones en los servicios y coberturas que ofrecen a sus derechohabientes, lo que propicia que la población busque la atención en el ámbito privado, en la asistencia social o mediante la automedicación.

Si bien es cierto que nuestro país tiene un amplio Sistema Nacional de Salud, datos de la Secretaría de Salud Federal mencionan que, actualmente, el Seguro Popular cubre a 53.4 millones de mexicanos, el IMSS 67.7 millones, el ISSSTE 13.3 millones y el IMSS-Prosperaun total de 13.1 millones de afiliados, los no derechohabientes e incluso las que están afiliadas a algún sistema de salud, tienen que adquirir sus medicamentos para atender sus padecimientos y tratar de llevar una mejor vida”.

Pérez Perusquía añadió que de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud Federal, abundó del 2013 al 2018, se realizaron más de 195 millones de detecciones de hipertensión, diabetes, sobrepeso, obesidad y dislipidemias, lo cual dijo, dio paso a que por primera vez en el país se hicieran declaraciones epidemiológicas por enfermedades no transmisibles: sobrepeso y obesidad, así como diabetes mellitus.

Por lo anterior, se decidió plantear una iniciativa de ley para reformar la fracción I del artículo 151 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, para deducir impuestos en los gastos utilizados para el tratamiento de enfermedades crónicas no transmisibles realizados por las personas físicas”.

Por último, manifestó que los datos oficiales reflejan la importancia de llevar a cabo reformas que ofrezcan incentivos para el adecuado pago de impuestos, y que las personas físicas también puedan obtener estímulos fiscales al integrarse al sistema formal, como sería la deducciones personales por tratamientos necesarios para la atención de enfermedades crónicas no transmisibles.