La democracia en México está en riesgo. Si bien la economía del país despuntará en 2020 por factores internacionales y resultados de las reformas constitucionales, ajenos al nuevo gobierno, de conseguir el presidente electo Andrés Manuel López Obrador un congreso constituyente, copados por Morena los municipios, estados y la Federación, podría reformar la Constitución y leyes para eternizarse en el poder, alertó Erick Guerrero Rosas, en Pachuca.
Invitado por el Consejo Coordinador Empresarial de Hidalgo (CCEH),a ofrecer una conferencia en el seno de los festejos del 23 aniversario del organismo, el analista político advirtió que ya se han dado señales de un posible gobierno dictatorial, en base a declaraciones del propio López Obrador.
A partir del 2 de diciembre, expuso, tendrá México un gobierno populista pero neoliberal -un aumento del 100 por ciento en pensiones para la tercera edad será la primera medida-; un partido Morena convertido en “aplanadora” para ganar las próximas elecciones y conseguir un congreso constituyente; una Guardia Nacional con poderes por encima del propio Ejército Mexicano, la Marina y la policía, y “superdelegados” en los estados que someterán, presupuestalmente, a los gobernadores y alcaldes, y que al igual que la guardia nacional, sólo rendirán cuentas al Presidente, con todo el riesgo que esto conlleva.
“Las democracias no son eternas; son frágiles, y de esto tenemos muchos ejemplos”, afirmó el politólogo, y citó ejemplos en América Latina como los de Alberto Fugimori, en Perú, Fidel Castro en Cuba o Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasil, o en Europa, con Adolfo Hitler, además de libros como “La caída de las democracias”, editado por la universidad de Harvard.
Y los argumentos para crear estas fuerzas de poder político ya se esgrimen: la guardia, para acabar con la violencia; los superdelegados, para acabar con la corrupción, y el populismo, para acabar con la pobreza.
Además, enfatizó el conferencista, López Obrador “no es Dios, es un ser humano honesto, bien intencionado”, como fueron en sus inicios muchos dictadores en la antigua historia y en el siglo XX en América Latina.
Guerrero Rosas ofreció aquí la conferencia “Escenarios para México 2018-2024”, la que inició con su trillado chiste de que siempre le han confundido con Jackie Chan.
Sin embargo pronto profundizó en el tema haciendo notar que con AMLO, con José Antonio Meade, con Ricardo Anaya y hasta con El Bronco, como presidentes, México tiene asegurado un fuerte despegue económico en la segunda década del presente siglo, aunque “temblará, pero sin caer”, en la crisis que se avecina este 2019.
Y para asegurar este despegue económico que convertirá a México en potencia, López Obrador urgió a su equipo a apoyar la revisión del TLCAN, “perdonó” a los líderes empresariales, los que producen el dinero en el país, y pactó con ellos. Es famoso su abrazo con “el malandro”, como siempre le llamó en campaña, Claudio X. González.
Un despegue económico que obedecerá más a factores internacionales –para Estados Unidos México le significa garantía en petróleo-; las llegada de inversiones extranjeras en materia petrolera –el precio de la gasolina bajará, sí, pero por la construcción de ductos para traerla de Texas, lo que la abaratará por sobreoferta-, además de los acuerdos comerciales con Europa, Asia y la zona del Pacífico.
Esta pujanza económica la aprovechará AMLO para un gobierno populista que le asegure el triunfo de Morena en las próximas elecciones, y poder así contar con un país gobernado en los municipios, los estados y la federación por un solo partido: Morena; es decir, absolutismo de poder político.
“Tiene AMLO todos los elementos para pasar a la historia como un gran gobierno, pero también como el presidente de un proyecto fallido”, dijo Rosas Guerrero, y recordó la aseveración de Lord Acton en el sentido de que “todo el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”.