Con una tasa de desempleo de 3.1 por ciento de su Población Económicamente Activa (PEA), y un total de 40 mil 207 personas buscando trabajo, el estado de Hidalgo se ubicó por debajo de la media nacional, de 3.5 por ciento, en el tercer trimestre del presente año.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), del Inegi, informó este martes también, que la informalidad en el estado alcanzó de julio a septiembre del presente año una tasa de 75.1 por ciento, muy superior a la tasa nacional, de 56.7 por ciento.
De acuerdo a este reporte, las entidades federativas que tienen las mayores tasas de participación en la actividad económica (cociente entre la PEA y la población de 15 o más años de edad) son Quintana Roo con 66.9 por ciento; Baja California Sur, con 66; Colima y Nayarit, con 66; Yucatán, con 64 y Chihuahua 62.8 por ciento.
Congruentes con el tamaño de su población, el estado de México y la Ciudad de México constituyen los mercados de trabajo más grandes del país, con 7.6 y 4.3 millones de personas ocupadas, respectivamente y representan en conjunto el 22 por ciento del empleo total nacional; les siguen Jalisco con 3.7 millones; Veracruz , con 3.3 millones; Puebla 2.8, con millones; Guanajuato, con 2.5 millones y Nuevo León, con 2.4 millones de personas.
En el otro extremo y obedeciendo a su estructura poblacional se encuentran las entidades con los menores tamaños del mercado laboral, como son los de Colima, con 372 mil personas; Baja California Sur, con 398 mil; Campeche, con 415 mil y Aguascalientes, con 562 mil ocupados.
Por otra parte, las entidades que durante el tercer trimestre de 2018 observaron las tasas de desocupación más altas fueron , con 7.1%, Durango 5 por ciento; Coahuila, con 4.8; Nayarit, con 4.7 por ciento; Ciudad de México, con 4.6 y Querétaro 4.3 por ciento.
Precisa el Inegi que “este indicador no muestra una situación de gravedad en el mercado de trabajo, sino más bien de la presión que la población ejerce sobre el mismo, lo cual está influido por diversas situaciones como son principalmente las expectativas y el conocimiento que tienen las personas que no trabajan sobre la posibilidad de ocuparse, así como por la forma en que está organizada la oferta y la demanda del mismo.”
Por ello no recomienda tomar estas cifras de manera aislada, sino como complemento de toda la información de que se dispone sobre la participación de la población en la actividad económica.