Inicia un nuevo año, los propósitos e intenciones afloran por doquier y el mundo se dispone a vivir de la mejor manera posible, un recién nacido año 2019. La sociedad y el mundo en general enfrentan retos en ámbitos como el político, económico y social. Temas como la migración, el medio ambiente, la relación México – EU, Trump y la oposición demócrata rumbo a las elecciones 2020, Latinoamérica y el escenario político con elecciones en seis países, por mencionar sólo algunos, estarán, sin lugar a dudas, en boca de todos. Frente a este panorama, como ciudadanos globales, se hace importante mantener una perspectiva amplia, crítica y consciente de todo lo que ocurra. Estar bien informados debe ser entonces un gran propósito de año nuevo.
Al mismo tiempo, se hace necesario volcar la mirada a nuestra sociedad e intentar ser agentes de cambio desde las raíces más profundas de nuestras comunidades. El mundo necesita cada vez más líderes, voluntarios, profesionales comprometidos con un cambio social y con la mejora continua de la sociedad. En este contexto, las universidades juegan un papel trascendental en la formación de sus estudiantes. El aprendizaje no sólo se da en las aulas, se da en el día a día y en la interacción con los principales retos y problemas del mundo. Para formar seres humanos integrales, se requiere formar personas conscientes y sensibles. He aquí el gran desafío.
La tarea no es pequeña. Mucho más cuando enfrentamos una gran revolución tecnológica que amenaza con desatar ciberguerras y campañas de desinformación a las que nos exponemos a diario. Por ello, la labor educativa se intensifica. Los modelos educativos deben ser cada vez más holísticos y llevar a una formación más integral y consciente de los estudiantes como seres reflexivos sobre sí mismos y la sociedad que los rodea. Para ello, los estudiantes deben desarrollar cada vez más habilidades informativas y pensamiento crítico. Una vez más, este debe ser un gran propósito de año nuevo para las instituciones educativas: Formar personas hábiles en la administración de la información y las tecnologías y capaces de ponerlas al servicio de una sociedad cambiante y deseosa de mayor equidad y justicia para todos.
Angélica María Valencia Montoya
Dirección de Servicios Académicos
