Con los precios del chile, la cebolla, el tomate y el jitomate “por las nubes”, los guisos picantes, los salseros rebosantes y hasta los chiles “amor…didas” están en riesgo, mientras los amantes del picante echan mano de los chiles en lata o los secos, menos encarecidos que los frescos.

“¿Cuánto?”. El desconcierto gana entre las amas de casa que acuden a las tiendas de abarrotes “de esquina” y se encuentran conque el humilde chilito serrano se vende en 100 pesos el kilo, mientras que el chile de árbol fresco se cotiza en 85 peso y el jalapeño en 55 pesos.

Las mexicanísimas salsas picante verde y de jitomate han desaparecido de las taquerías y cocinas económicas, además de muchos hogares, pues a los altos precios de los chiles se suman los del jitomate, a 28 pesos el kilo, o del tomate verde, de 49 pesos el kilogramo, en tiendas de autoservicio.

Cocineras y cocineras han tenido que echar mano de su creatividad para ofrecer salsa “macha” –a base de aceite, cacahuate y chile árbol seco-, salsas elaboradas con chile manzano, con chile morita o con chile abanero, mucho más picantes y rendidores que los chiles frescos. Se multiplica la oferta, también, de una mezcla de cebolla, pepinos, chiles habaneros y limón.

 

La venta de chile fresco, por “bolsitas”

Llama la atención el que en la misma Central de Abastos las “rancheadoras” caminen por los pasillos ofreciendo bolsitas de plástico con 100 gramos de chile de árbol fresco en 10  pesos, o con 250 gramos de chile serrano en 15 pesos.

Aceptan los mayoristas de dicho centro de abastos vender por medio kilo los chiles frescos, los que alcanzan precios de 40 pesos el cuaresmeño, 60 pesos el chile árbol y 70 pesos el chile serrano.

En los expendios de chile seco se ofrece el kilogramo de chiles morita en 140 pesos, mientras que el chile de árbol se comercializa con precios que van de los 130 a los 140 pesos.

 

Chiles chipotles o cuaresmeños en lata, la salida

Ante el encarecimiento de los insumos de las salsas tradicionales, las familias están echando mano de los chiles y salsas enlatadas o embotelladas.

En los “carritos” de los supermercados se observó este fin de semana a las familias llevar chiles enlatados y una extensa variedad de salsas en botellas de vidrio. “Peor es comer desabrido”, se comentó al respecto.