El Ejército Mexicano abrió de nueva cuenta las puertas de sus instalaciones en la 18va Zona Militar en Pachuca, para que familias enteras y la población en general pueda tener un acercamiento amigable a las actividades que realizan las fuerzas castrenses destacadas en Hidalgo, que en esta oportunidad recibieron la visita de casi un millar de hidalguenses.
A las 8 de la mañana comenzaron a arribar las familias, quienes pudieron disfrutar del recorrido y las actividades que el Ejercito preparó este domingo, en las cuales tanto chicos como grandes pudieron observar, conocer y disfrutar.
Al equipo de Síntesis Hidalgo lo recibió el mayor Efrén Cavazos Ordóñez, auxiliado por la psicóloga Karla Escorza, quienes iniciaron el recorrido por el módulo del cuartel general, que es la 18 Zona Militar, donde se realizan actividades administrativas, técnicas, educativas y disciplinarias, desde donde se coordinan las actividades administrativas y operativas que realizan los batallones ubicados en Pachuca, Huejutla y Zimapán, explicó el militar de nombre Guillermo.
Enseguida muestran un stand donde se exhibe el equipamiento standard que utilizan los soldados mexicanos, con fusiles algunos que ya entraron en desuso, y lo más reciente, como el fusil G3 de fabricación alemana, cuya patente fue adquirida para que ya se fabricara en México, donde se le hicieron mejoras para lanzar granadas.
En este lugar nos presumen un fusil de diseño nacional, FX-05 Xiuhcóatl, que quiere decir serpiente de fuego, que se produce en la fábrica de la Sedena ubicada en Tecamachalco, además de mostrarnos el famoso fusil de francotirador Barret, calibre 50, que es una arma asignada a ciertos soldados con habilidades para realizar tiros de precisión a distancia, quienes están certificados como tirador selecto.
Además, se muestra a los visitantes ametralladoras que realizan 750 disparos por minuto, así como a un efectivo que trae un traje especial EOD8 para manejo de explosivos, quien puede manejar pequeñas cargas de explosivos sin riesgo alguno, el cual menciona sí se ha tenido que utilizar, particularmente en Pachuca.
Posteriormente fue mostrado a los visitantes el stand de la caballería, que corresponde a los guardias rurales, quienes tienen presencia en varios ejidos a lo largo de todo Hidalgo, un agrupamiento de avanzada que forma parte del ejército, pero que no recibe remuneración, ya que son un cuerpo especial, que normalmente realizan sus actividades de civiles, pero en determinado momento, se integran al Ejército, realizando funciones de guías en recorridos a pie, a caballo o en vehículo, además de auxiliar en el PLAN DNIII.
Por cierto, este agrupamiento hizo las delicias de las niñas y niños que acudieron de visita a la zona militar, ya que tuvieron la oportunidad de montar a caballo y dar la vuelta
El capitán Rodrigo Jarquín atiende a los visitantes en un campo de futbol donde se hallan dos helicópteros de la Fuerza Aérea Mexicana, uno de fabricación italiana y otro más de hechura norteamericana, que se utilizan en labores de vuelos de reconocimiento, en sobrevuelos en apoyo al Plan DNIII, en tareas contra huachicoleo, operaciones contra el crimen organizado y traslado de efectivos militares.
En la visita tenemos la oportunidad de conocer a un grupo muy especial, ya que los soldados también hacen tareas culturales, ya que integran una banda sinfónica en el caso de la 18va Zona Militar, pero también hay mariachis, tríos y bandas en las regiones donde están los efectivos militares. En esta oportunidad, los elementos de la zona militar de Pachuca interpretaron espléndidamente el Huapango de Moncayo.
Avanzamos donde está el módulo de tirolesa, que los soldados usan como medio de transporte para trasladar personal, armamento, equipo y materiales en terrenos accidentados, como zonas montañosas, barrancos o acantilados, nos revela el capitán Rafael Valera.
En la visita, nos explican cómo funciona una cocineta, que se ocupa en el Plan DNIII, el cual uno pensaría que es un cañón, pero en realidad es una gran estufa móvil que enganchan a los camiones y que puede ir cocinando sobre la marcha mientras se trasladan las tropas, unidad que puede servir 300 raciones y que operan tres cocineros.
Por último, llegamos al stand donde se encuentra la unidad canina del Ejército, donde Ronca, un pastor belga maliois, valuado en 100 mil pesos, quien nos muestra sus habilidades para detectar enervantes, precisamente su valía se debe a que este can tiene especialidad en detectar tres tipos de enervantes además de los cursos de obediencia que posee, nos explica Santos Tovar, quien señala que los perros se adiestran en el Campo Militar 37, en el Edomex, donde después pasan a los batallones, como es el caso de Ronca, quien está destacado en el 84 batallón de Huejutla.
Ante todo, el mayor Cavazos resalta que este acercamiento es para hacerle saber a los ciudadanos las tareas que el Ejército realiza en su beneficio, por personal que ante todo es humano, pues detrás del uniforme hay también padres y madres de familia, quienes han dedicado su vida a la tarea de salvaguardar la seguridad del país.