Apenas el 30 por ciento de los municipios en el estado de Hidalgo trabajan, desde sus capacidades, en acciones de prevención del embarazo en la adolescencia; no obstante, lo hacen de manera aislada, informó la psicóloga Mariana García Camacho, coordinadora del proyecto “Desarrollo de estrategias para la prevención del embarazo en la adolescencia”.

En conjunto con Servicios de Inclusión Integral A.C., destacaron que existe una necesidad por trabajar de manera coordinada para que desde las escuelas y los hogares se trabaje en temas sexuales y reproductivos, especialmente en comunidades indígenas o consideradas con pobreza o pobreza extrema.

De acuerdo con los resultados del proyecto, las autoridades gubernamentales de los municipios carecen de un método de trabajo de difusión para abordar estos temas y sólo el 30 por ciento de los que generan acciones, lo hacen pero de manera aislada a otras organizaciones o dependencias.

Durante la presentación del libro “Creando Ideas, Cuerpos e Historias”, SEIINAC expuso los resultados de un trabajo realizado en los estados de Hidalgo y Puebla financiado por el programa PROEQUIDAD 2018 del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), en el cual se documentan metodologías, experiencias y resultados del trabajo con Niñas, Niños y Adolescentes

La investigación expone la importancia de priorizar el conocimiento de los Derechos Sexuales y Reproductivos (DSSRR) y el necesario acompañamiento, la sensibilización y el empoderamiento de los cuerpos.

García Camacho, resaltó la necesidad de que se garanticen procesos de comunicación y psicoeducación sobre sexualidad integral, con información completa, verás, científica y laica, ya que en diferentes contextos existen tabúes, pensamientos conservadores o  moralistas, “situaciones que no favorecen la prevención de un embarazo no planeado o no deseado, ITS o bien situaciones de violencia sexual”.

La intervención y la investigación arrojaron algunos otros resultados sobre los pendientes que tiene el Estado Mexicano en sus diferentes niveles, para garantizar el libre ejercicio de los derechos sexuales y los derechos reproductivos.

Entre ellos, destacó el derecho de las mujeres a un bienestar biopsicosocial, a través de la Interrupción Legal del Embarazo de manera voluntaria, las metodologías lúdicas, técnicas alternativas y extra-sistémicas de empoderamiento femenino así como procesos de deconstrucción de masculinidades tradicionales.