Abatir la disparidad en los salarios y oportunidades de empleo, especialmente en mandos medios y altos, entre hombres y mujeres no ha sido tarea fácil y en los últimos 30 años apenas se ha tenido un avance del 2 por ciento, de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo.

Al conmemorarse este viernes el Día Internacional de la Mujer, el organismo internacional informó que los hombres siguen percibiendo salarios más altos, solo por ser hombres, y las mujeres, aunque preparadas, permanecen muchos casos rezagadas laboralmente por simple razón de género.

En su reporte Un Paso Decisivo hacia la Igualdad de Género, la OIT recordó que desde hace 27 años, cuando se intensificaron los esfuerzos a nivel mundial para reducir la fecha de género en el mundo del trabajo, el avance ha sido mínimo.

Cita que en 2018, mil 300 millones de mujeres tuvieron un empleo formal en el mundo, frente a dos mil millones de varones, lo que representa que las mujeres tienen 26% menos probabilidades que los hombres, de ser empleadas.

Lo anterior, no obstante que se ha podido conocer, en encuestas realizadas, que el 70 por ciento de las mujeres preferirían trabajar en lugar de dedicarse exclusivamente al cuidado del hogar.

Pero además, y no obstante demostrar la misma capacidad para realizar una labor, las mujeres tienen menos posibilidades de ascenso a posiciones de mando dentro de la empresa.

Pero además, en más del 75% de las naciones en América Latina, cita el informe, más mujeres quedan rezagadas laboralmente y encuentran refugio en el empleo informal.

 

Prioridad femenina: la atención a los hijos

La OIT expuso una serie de factores que dificultan el cerrar la brecha laboral entre hombres y  mujeres, y el principal de ellos es la atención a los hijos.

En los últimos 20 años el tiempo dedicado por las mujeres al cuidado de los hijos y a las tareas domésticas apenas ha disminuido, mientras que el tiempo aportado por los hombres a estas tareas apenas creció 8 minutos al día, en este tiempo.

De continuar el avance a este ritmo, tomará por lo menos 200 años más el alcanzar la equidad laboral entre hombres y mujeres y el tiempo que dedican al trabajo no remunerado en casa.