En el país, de acuerdo con un estudio realizado por Aids Healthcare Foundation en México, el 91 por ciento de las mujeres con VIH lo adquirió por contagio de la pareja que consideraban estable, refirió Alma Rosa Vigueras Galván, presidenta del Colectivo Las Irreverentes, por lo que urgió a una educación sexual responsable y asertiva.

Consideró que este es un problema de salud pública, como consecuencia de la violación de derechos sexuales y de la poca cultura de salud sexual y reproductiva, además de no identificare como violencia sexual otras manifestaciones, y de obligarlas a mantener relaciones coitales sin ningún preservativo, ya sea por medio de amenazas, chantajes o en lo referido a la violencia emocional, que se junta con la violencia física y sexual.

Vigueras dijo que este lunes, esta fundación presentó esta cifra alarmante, donde se menciona que de las 230 mil personas infectadas al año 2017 que habían contraído VIH, el 21.7 por ciento son mujeres, de las cuales el 91% que tenían algún tipo de relación estable, “8 de cada 10 mujeres que tienen una pareja estable, no usan ningún tipo de preservativo”.

Por eso, el factor de riesgo de infección o de contraer una enfermedad de transmisión sexual es un riesgo latente.

Desde la dinámica social estamos viendo como la construcción de las masculinidades hegemónicas está afectando al sistema de salud pública”.

Lo anterior, por el número de parejas sexuales que tienen los varones y por las prácticas sexuales coitales que se hacen totalmente irresponsables o en un panorama hostil, “irresponsables desde el hecho de no usar un preservativo, la sexualidad se debe asumir desde la responsabilidad propia de mi cuerpo, de mis actos y de cómo yo me construyo, como hombre o como mujer”.

Vigueras expuso que los hombres están en una dinámica constante de riesgo, no únicamente de ser un portador de alguna enfermedad de transmisión sexual, sino tampoco se están visualizando como personas que están infect6adas y que tampoco lo saben, “el portador de alguna enfermedad, en este caso el VIH o Sida, no está enterado, porque no tiene una cultura de la medicina preventiva”.

De todas las personas que tenemos algún tipo de relación coital-erótica con cualquier persona, parte de nuestra responsabilidad de nuestra salud sexual es precisamente hacernos los estudios periódicamente, los servicios de salud pública están siempre constantes con sus campañas de la detección de infecciones de transmisión sexual”.

Apuntó que hay que estar enterados de lo que pasa con nuestro cuerpo, en especial, aquellos que pueden ser portadores del virus sin saberlo, porque no muestran síntomas, pero analizando el alto índices de mujeres infectadas por su pareja estable, quiere decir que esa mujer es víctima de violencia en la relación de pareja.

Esto va desde la pena de pedir a la pareja el uso del condón o de que se siembre la duda de que haya fidelidad y de ser la única persona con la que tiene algún tipo de contacto sexual o se pone en tela de juicio el que la mujer “ande de fácil”.

Lamentó que gran parte de la población, sobretodo joven, en lugar de recibir educación sexual y salud sexual, se educa a través de la pornografía, “la cultura de la pornografía a nivel colectivo nos ha llevado a que la mujer tiene que aguantar cualquier tipo de penetración, oral, anal o vaginal, dura, intensa, con miembros muy grandes, que debe tener el cuerpo perfecto, y no importa que la otra persona la denigre en todos los sentidos”.

Dijo que no se ha logrado permear en el colectivo de las mujeres otro tipo de cultura, porque tienen muy naturalizado algún tipo de violencia.

Expuso que las organizaciones civiles están luchando para que tengan autonomía económica, porque se ha detectado que un gran número de mujeres que son amas de casa, les condicionan el gasto familiar a través de chantajes sexuales, el gasto familiar se da a cambio de la relación sexual, lo que constituye violencia económica, “es una prostitución dentro del entorno familiar”.

Este grado de violencia sexual es la causa del alto número de mujeres infectadas por VIH por parte de su pareja estable, “y cuando se enteran que están infectadas, porque sus esposos están infectados, algunas son abandonadas, castigadas por la familia, otra vez se castiga a la mujer y se le juzga”.

Estas mujeres se ven vulneradas en sus derechos, su acceso a los servicios de salud es limitada porque el gobierno y las asociaciones subsidian algunos medicamentos, no todo, “estas mujeres deben transformarse todas, además de su condición de mujeres portadoras de VIH”.

Por ello, Vigueras consideró que debe hacerse toda una reestructuración de la educación sexual, porque se está hablando de parejas aparentemente estables, “pero también hay un alto índice de embarazo adolescente, siendo el primer lugar ante la OCDE en este rubro, pero también en personas adolescentes infectadas por VIH”.

Este rango de edad en ese 90 por ciento de mujeres contagiadas, resulta que por la falta de educación sexual, la población joven, dentro de su lógica, considera que el coito vaginal es el del embarazo, pero al optar por el coito anal sin protección, no visualizan las infecciones de transmisión sexual, “porque siguen en la dinámica de ‘a mí no me va a pasar’”.

Opinó que estas situaciones desde la salud pública no se han atendido de manera asertiva, “sí hay una gran responsabilidad de las instituciones gubernamentales, aunque hay una movimiento desde las ONG desde la campaña educativa, pero esta educación se ve mermada por intereses de algún sector por no querer hacer recta la educación sexual y tener mitos desde un marco mágico-religioso y tener ideas y creencias que son transgresoras de los derechos humanos”.

Por ello, Vigueras exhortó a recurrir al uso de condón en toda relación sexual, así sea con una pareja estable, además de practicarse periódicamente pruebas de ETS, “hay que inculcar una educación sexual asertiva, con base en los derechos humanos dirigida a toda la población y hacer un cambio en los hombres en la construcción de sus masculinidades e inculcar el autocuidado”.