Cuando varias de las relaciones que tenemos no van bien, cuando las personas significativas no están a gusto a nuestro lado, si después de insistir con una y otra aparente solución todo parece empeorar, o si después de que hemos buscado alternativas en el exterior y ninguna parece funcionar, ¿no será el momento de preguntarnos si los tóxicos somos nosotros?
Este término no pretende ser peyorativo sino mostrarnos qué hay algo que necesitamos cambiar, ser tóxico no es sinónimo de ser una mala persona, hay gente que es una gran persona pero que en su forma de comportarse o de relacionarse muestra lo que le falta mejorar.
La necesidad es tóxica
No quererse y respetarse es tóxico
El apego ansioso es tóxico
Insistir y no saber fluir con la vida es tóxico
Aferrarse a quien no quiere estar es tóxico
Los pensamientos negativos también lo son…
¿Y si la o el tóxico soy yo? Está bien darnos cuenta, no para flagelarnos sino para tomar conciencia y actuar en consecuencia.
Porque merecemos estar mejor de lo que estamos sobre todo, si no estamos bien.
Duele admitir que gran parte de la responsabilidad de todo aquello que no está funcionando o resultando bien es nuestra, que participamos para que así sea.
Alguien me compartió el momento en el que descubrió que estaba siendo bastante tóxico, sucedió cuando otra persona lo rechazó y le señaló lo mal que se estaba a su lado, en ese momento sintió que el mundo se le venía encima, pero resistió e hizo un autoanálisis, después se acercó a conversar con dos de las personas más cercanas y ambas coincidieron en lo difícil que les resultaba convivir con él, entre los comentarios le señalaban que tenía una energía muy negativa, que continuamente se quejaba de casi todo, que era desgastante estar con alguien que vivía preocupado y no cumplía lo que se proponía… Mirarse en un espejo así puede resultar abrumador y lastimar demasiado, pero no más que no darse cuenta y continuar actuando así.
Es cierto que tampoco es muy amable decirle a nadie que no nos gusta ni cómo persona, pero si detrás de esto podemos encontrar un aprendizaje bien vale la pena observarnos y descubrir si nuestra conducta es contraproducente, si hace falta cambiar o erradicar uno o varios comportamientos, hábitos y por supuesto, pensamientos.
No necesariamente para encajar en ninguna parte o para ser aceptados sino para estar bien en primer lugar con nosotros mismos.
Bien podemos alejarnos de quién no guste de nosotros pero si llevamos la “toxicidad” interiormente la llevaremos a dónde sea y el evento se repetirá.
¿Y si la persona que me está haciendo daño soy yo mismo? ¿Y si la tóxica soy yo? No, no eres una persona tóxica, tú no, lo que puede ser tóxico es lo que piensas, lo que dices, lo qué haces, lo que dejas de hacer para cuidarte más, los límites que no estableces, el amor que no te tienes, el aferrarte a lo que ya no es, el vivir persiguiendo la aprobación de otros, el olvidarte de ti mismo y de tus sueños… eso es lo tóxico, no tú.
En algún momento te pueden decir que estás actuando mal o rechazarte pero esto NO tiene que ver con tu valía personal, no lo olvides.
Es probable que no le gustes a alguien o que te dejen de querer pero eso tampoco te hace tóxico ni te resta valor como persona.
No te intoxiques con los comentarios de terceras personas, con la desaprobación ni con el desamor.
Mírate con objetividad, trabaja en ti, reconoce tus defectos… tus áreas de oportunidad, se generoso contigo, se comprensivo contigo… Si realmente estás actuando inadecuadamente corrígelo sin maltratarte.
Si algo no le va bien a tu vida, cámbialo, procésalo, supéralo sin odiarte. Desaprobarse a uno mismo si puede ser altamente tóxico, reconoce lo que requieres cambiar y elige hacerlo por tu bien e incluso en beneficio de tus relaciones y la gente con la que convives, pero no te rechaces.
A veces hemos adoptado conductas tóxicas, identifícalas y desaprendelas.
No hay nada más tóxico que pensar mal de uno mismo y rechazarse en lugar de amarse.
Igual y tropezamos con la conducta tóxica de otro que nos quiere convencer de que somos tóxicos cuando no es así… Lo que vemos y rechazamos en los otros es lo que somos, lo que nos afecta es lo que tenemos que arreglar en nosotros. Somos espejos… ¿Qué reflejamos y que miramos?… ¿Lo pensé o lo dije?
¡Abrazos!
Twitter: @Lorepatchen
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