¿Te ha pasado que una y otra vez recibes justo aquello que no quieres? O ¿Te parece que a pesar de tus esfuerzos vives más de lo mismo?
Una gran cantidad de gente se queja porque ve repetirse en su vida situaciones muy parecidas a las que ya vivió y en las que no se sintió satisfecha o feliz, puede tratarse de una situación económica, laboral, familiar o sentimental, en la que con unas cuantas diferencias aparece nuevamente lo que ya no quiere: Una decepción amorosa, insistir en una relación sin vida, aferrarse a un trabajo en el que ya no hay crecimiento, relaciones que se siguen desgastando por ciertas conductas… Tanto, que la gente se convence de que no hay más alternativas, como si la única opción fuera adaptarse o conformarse, aunque esto implique no ser feliz.
¿Por qué recibimos más de lo mismo? No es cuestión de karma ni de suerte, sino de lo que se elige, obviamente no en forma consciente, porque conscientemente se puede estar seguro de querer o merecer algo distinto, pero, en tanto no se revisen y se cambien las creencias en base a las que se toman decisiones o se llevan a cabo las acciones, es más que predecible: se recibirá más de lo mismo.
Los cambios importantes de la vida requieren un cambio profundo, en primer lugar, darse cuenta y desde ahí empezar a modificar las ideas que se oponen a lograr estos cambios.
Creencias que limitan, que son un obstáculo entre la persona y lo que desea, o incluso que no le permiten desear más.
Una persona me preguntaba: ¿Por qué me resulta tan difícil encontrar una pareja que me ame?, otra se cuestionaba: ¿Qué es lo que estoy haciendo mal para no tener más satisfacción en mi trabajo?… Revisando sus creencias la primera tenía una autoestima muy pobre, no se amaba a sí misma, por lo cual difícilmente se relacionaría con alguien que pudiera amarla, ella misma no se sentía digna de ser amada y con esa idea es bastante complejo relacionarse exitosamente, la segunda tenía la idea de que si le iba mejor en el trabajo sería mal visto por sus compañeros de trabajo y actuarían para sabotearlo, entonces, ambos se limitaban a quejarse, pero, no a cambiar.
En algunas ocasiones la gente espera hasta que la vida le da una fuerte sacudida para cambiar.
Cuando ya la mayoría de las áreas de su vida no van bien, cuando en medio de la crisis reconocen que no quieren seguir viviendo más de lo mismo.
Y no es tarde, lo importante es tomar una decisión y comprometerse con esta.
Identificar qué se tiene que cambiar y encontrar cómo hacerlo.
Mirarse con generosidad y brindarse una nueva oportunidad, y si no es posible hacerlo solo, buscar apoyo y/o iniciar un proceso psicoterapéutico.
Cuando nos preguntemos ¿Por que recibimos más de lo mismo?, mejor reflexionemos sobre qué es lo que estamos pensando y haciendo para que esto suceda.
No es fácil admitir la responsabilidad que se tiene respecto a lo que nos desagrada o nos hiere, ni tampoco es sencillo modificar creencias que están sumamente arraigadas, sin embargo, es el camino más viable para evitar que se repitan una y otra vez las situaciones o las dinámicas de relación que nos hacen daño.
E igualmente, empezar a tratarnos con amor y respeto, una persona que se ama no permite que se dupliquen sus tristezas o que se presenten eventos que no son buenos para si misma y para su vida.
Mucho tiene que ver el autoconcepto con lo que se admite o con lo que se lucha.
Si no queremos recibir “más de lo mismo”, comencemos por empezar a pensar bien de nosotros mismos y así será menos complicado darnos cuenta de que merecemos algo mejor y podemos ir por ello… ¿Lo pensé o lo dije?
¡Abrazos!
Twitter: @Lorepatchen
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