María Eugenia Cadena, o como sus conocidos le llaman, Maru, es una artista pachuqueña maestra en arte, autora de espectaculares piezas de artesanías, con una técnica inventada por ella de grabado en cerámica, la cual desarrolló durante 9 años, basándose en diseños regionales hidalguenses, retomando la idea indígena primaria y la libertad de color que impulsa a los niños, piezas que ha podido hacer llegar al Papa e incluso llevarlas hasta Roma, Italia.

En su estudio-escuela, Maru recuerda que su esposo Javier Zamayoa y ella montaron hace 25 años el Taller Infantil de Artes, en el fraccionamiento Constitución, donde el trabajo que realizan con niños, los hace tener mucha libertad de expresar, con libertad de color y de lanzarse a hacer cosas nuevas, misma que les inspiraron a sondear nuevas creaciones en su trabajo artístico.

Destaca que los niños de su taller han ganado premios internacionales, teniendo su mayor resultado en una bienal en Japón, curiosamente en tiempo en que el actual gobernador era secretario de Educación Pública, donde se llevaron 7 de 8 premios y que les valió ser publicados los dibujos de los niños en una portada de texto gratuito.

El taller persiste, con carácter anual, donde los niños asisten y al final presentan su trabajo y una obra de teatro, el cual sigue a cargo de su esposo.

Gracias a ese taller y al ver la soltura de los niños, se motivó a trabajar en sus piezas, por lo que desarrollo una técnica de grabado en cerámica, con una innovación que se le ocurrió hace casi 15 años.

Reconoció que el inicio de ese tipo de grabado existía ya, pero de alguna manera, nunca se había realizado en artesanía y nunca a este nivel en ninguna parte, “es totalmente una innovación”.

Maru recuerda que esta técnica se le ocurrió al ver a la expresión de los chicos, “esto antes era un San Blas, pero antes era utilizado como en tacitas de publicidad para empresas. Entonces dije ¿porque no usarla en otra cosa? Y comencé ya a practicarlo. Esto se hace en computadora, el diseño primero, y pasa por diferentes máquinas, por un plotter., que suaja una lámina que protege la pieza”.

Después de pasar por el plotter, se depila y ya después con una como pistola de aire, con un compresor muy grande, suaja la forma del diseño, para después retirar la lámina de la pieza, y la pieza se comienza a pintar a mano, “todo es pintado a mano, es totalmente artesanal”.

Diseñadora gráfica de carrera, Maru Cadena se acuerda que empezó a experimentar, porque no sabía usar la computadora, ya que en sus tiempos de estudiante todavía no se estudiaba en la computadora.

Dijo que desde niña se comenzó a empapar de los diseños, y como diseñadora gráfica, no le costó tanto lo de la computadora, pero para las tazas y sus piezas, consiguió aliarse con un ceramista especial, para que le hiciera los platos, las tazas que forman monumentos, ya que nos muestra un par de juegos de tazas, que puestas una sobre otras, forman el Reloj de Pachuca y la otra un Atlante de Tula.

Pero su técnica la ha llevado a hacer cuadros, cajas de pañuelos, juegos tequileros, botellas artesanales, entre otras piezas de artesanías.

Maru recuerda que al principio, participó en un concurso del Reloj, en el centenario del monumento, donde conoció a varias personas, entre ellas Linda Blancas, directora de Relaciones Públicas del entonces alcalde Paco Olvera.

Al poco tiempo, la funcionaria la llamaba para pedirle piezas y empezaron a hacerse cosas más formales, y así inició un proyecto asociada con un ceramista, pues su trabajo gustó mucho y empezó a tener demanda en Pachuca y en Ciudad de México.

Una de las piezas que más recuerda, es un grabado en cerámica que le fue regalado al Papa en su visita a México, que se le hizo llegar por medio del gobierno estatal, “era una Virgen hermosa, como está pero toda a color, hecha a color, y le hicieron una caja de concha de abulón, con un cristal que la cubría, se veía preciosa la virgen”.

Además, se regalaron réplicas en tamaño más pequeño, de las cuales 40 están adornando algunos lugares en El Vaticano y en Roma, Italia.

Maru comparte que en el anterior gobierno, pudo llevar su trabajo a una exposición de artesanías hidalguenses que se hizo en Roma, Italia, misma en la que participó.

La artista expresa que para ella ha sido magnifico, muy placentero y muy redituante poder conseguir realizar la idea que tenía en mente.

Actualmente una obra de Maru Cadena se expone en el café cultural La Casa Encantada, junto con el Colectivo Catrina, que es basada en Los primas, aunque también nos muestra un cuadro grabado de una de las calles de Real del Monte.

Maru menciona que su obra ya la tiene registrada con derechos de autor, bajo el nombre de Tlamati, que significa una creación, “una idea como algo nuevo”, con artesanías que se pueden utilizar, pues no sólo son decorativas.

Tlamati también es una marca bajo la cual vende sus obras, con emblema con una mariposa, bajo la cual se amparan sus creaciones, que tiene labor conjunta con un carpintero, una bordadora y gente que le ayuda a pintar las piezas, cuando tiene alta demanda su trabajo.