Pensar en construir una  nueva Central de Abastos de Pachuca es una utopía; no se cuenta con los recursos económicos necesarios para hacerlo, ni el mercado ofrece las condiciones para que resulte exitosa.

Mejor nos quedamos trabajando en el mercadotote en que se ha convertido la central de abastos actual, donde se vende por mayoreo y medio mayoreo”, considera Jesús Gutiérrez González.

Construir una Central de Abastos moderna, eficiente, atractiva y financieramente redituable, es un sueño largamente anhelado por muchos; “desde presidentes municipales hasta gobernadores, pero sin resultados”, afirma el presidente de la Federación de Tablajeros del Estado de Hidalgo, ex presidente de la Canacope Hidalgo y comerciante, desde que fuera inaugurada, en la Central de Abastos de Pachuca.

Y es que no estamos hablando de pesos sino de muchos, muchos millones”, considera. Prueba de ello es que han fracasado variados intentos por construir un moderno centro de abastos, como es el caso del que se ubica en Zapotlán, “que ni tiene la infraestructura necesaria, carece de los permisos oficiales que se requieren y solo le invirtieron unos tres comerciantes de la Central de Abastos de Pachuca.”

Recuerda Gutiérrez González que el último proyecto de obra presentado por el entonces gobernador Miguel Osorio, antes de concluir su gestión, fue precisamente una Central de Abastos.

Y el candidato a alcalde, entonces, Eleazar García Sánchez, ofreció construir un pequeño Chapultepec en ese predio, o que no se iría de la presidencia… y se fue sin hacerlo.”

La Central de Abastos cumple con su función

Para el tablajero la Central de Abastos de Pachuca cumple en estos días con su función, “con nuestra realidad económica.”

La central surte principalmente a micro y pequeños comerciantes, a tienditas, que pagan transporte público, llegan a la central, compran mil 500, dos mil pesos de mercancía, pagan 50 pesos de taxi de regreso y le ganan entre 35 y 40 por ciento de utilidad, es decir, apenitas.”

De construirse una nueva central de abastos, “en otro municipio, porque en Pachuca ya no hay terreno, entonces ¿qué harían estos dueños de tienditas? Ni modo de pagar 200, 300 pesos de transporte. Se quedarían sin ganancia o los precios se dispararían.”

Pero además descarta que la Central de Abastos de Pachuca pudiera desaparecer: “la mayoría de los que aquí trabajamos tenemos escrituras de nuestros negocios, pero sobre todo, no tenemos para invertir en una nueva central.”

De construirse una nueva central en Hidalgo, lo que descarta al menos temporalmente,  “tendrían que invertir empresarios de otros estados porque de aquí, no creo que haya quien le entre. Y la situación económica en Hidalgo, como en el resto del país, está muy difícil como para pensar en inversiones fuertes.”

Y es que para construir una nueva Central de Abastos, “que valga la pena”, se necesitarían al menos unas 60 hectáreas de terreno, eficientes vías de acceso, zonas de carga y descarga, modernas naves comerciales con lo más actual en refrigeración, además de sucursales bancarias, gasolineras, oficinas gubernamentales.”

Recuerda su viaje a España precisamente para conocer cómo operan allá los centros de abasto, “y simplemente le diré que se necesita mucho dinero que ahorita no se tiene”, asegura.

Mire, le pongo un ejemplo. En una reunión hace unas semanas con tablajeros de todo el país, Sukarne, una de las empresas más fuertes en México, nos dijo que ya comenzó a exportar porque en aquí en el país ya no hay mercado suficiente. ¿Usted cree que Sukarne le entraría al proyecto?”

Ante esta situación la idea generalizada, entre el comercio de la Central de Abastos de Pachuca, “es seguir operando como el mercadotote que somos, con sus bodeguitas de naranjas o jitomates, puestos con aguacates y gente humilde que llega a vender manojos de cilandro y perejil, bolsas con nopales o  calabacitas de huerta.”