La tolerancia es considerada como un valor fundamental para la convivencia en la familia, en la escuela y en la sociedad. Las personas que tienen poca tolerancia constantemente están en conflicto consigo misma y con las demás personas, esto ocasiona que se sientan frustradas, amargadas o resentidas porque las personas, las circunstancias y los hechos de la vida no suceden como ellas esperaban.

Esto representa un signo inequívoco de inmadurez, que se origina en la infancia, cuando el niño cree que todo gira a su alrededor, que todo lo que el pida se le debe de dar de manera inmediata y si no sucede asi, llora, patalea y hace todo por lograr lo que el desea. Si los padres o la familia, no lo educan haciéndole ver que no todo lo que el pida se le puede dar, que las cosas no siempre serán como el las quiere, esto se prolongará hasta la edad adulta con las consecuencias mencionadas.

La tolerancia implica respeto, empatía y solidaridad. Respeto porque no somos iguales, somos seres humanos únicos, con diferentes necesidades, capacidades e intereses, que deseamos que los demás respeten y por lo tanto debemos respetar las diferencias de los demás para ser recíprocos. La empatía va aparejada al respeto porque es comprender los sentimientos, necesidades y los intereses de los demás y la solidaridad, porque todos necesitamos de todos, nadie puede sobrevivir solo, somos seres interdependientes, cada una de las personas puede aportar acciones que nos sean útiles y nosotros responder con otras, que sean útiles a los demás, pero el problema estriba en que creemos que podemos con todo, cuando en realidad no es así.

La tolerancia es respetar las ideas, creencias o prácticas de los demás, cuando son diferentes o contrarias a las propias. Pero, ¿porque se nos hace tan difícil poner en práctica ese respeto? Porque si lo hacemos, ponemos en duda nuestras ideas o creencias y nos generan inseguridad, temor por ello es mejor atacarla la idea del otro para demostrarle que esta equivocado y que nosotros tenemos la razón y eso nos da una sensación de seguridad.

Tener la razón no siempre es posible, la verdad absoluta nadie la tiene, todos vemos solo una parte de la verdad, porque la realidad de las cosas es muy amplia y a veces solo vemos un aspecto de la esa realidad, pero la otra persona ve otro aspecto de esa misma realidad que nosotros no vemos.

En el mundo y en especial en nuestro país, existen diferentes razas, culturas, tradiciones, religiones, gastronomías, formas de pensar, sentir y actuar de los hombres; hay una gran diversidad de especies de animales, terrestres, marinos, ecosistemas que hacen que la vida sea hermosa, diferente, variada, ¿entonces porque pretendemos que las cosas sean como nosotros queremos? ¿Porque rechazamos lo que es diferente, desconocido?

En numerosas ocasiones, nuestra tolerancia acaba donde termina nuestra educación, nuestro conocimiento, nuestra zona de confort, y ahí empieza el miedo que no nos deja aceptar lo que no entendemos o lo que nos parece diferente: como es distinto, es malo. Un miedo que se transforma en rechazo y, en muchas ocasiones, lamentablemente, en crítica o ataque, incluso a los colectivos más vulnerables, esto es la verdadera raíz de la intolerancia y nos crea conflictos con demás.

Por lo anterior es importante que nos demos la oportunidad de conocer a más personas que sean diferentes a nosotros, disfrutar de actividades, tradiciones, costumbres gastronomías y asi vivir la diversidad de la vida. Para ello, no hay necesidad de ir tan lejos, en la familia hay diferentes de personalidades, en la escuela, en el trabajo, en los municipios, en los pueblos mágicos, se puede conocer personas, comidas, diversiones diferentes, para que de esta forma sigamos creciendo, aprendiendo, mejorando ampliando nuestra visión del mundo.

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