Para despedir el 2020, con el General Cienfuegos cómodamente disfrutando las fiestas de diciembre en su casa, sin que se haya mencionado una investigación tras ser repatriado y eximido de todos los cargos que enfrentaba en Estados Unidos, ahora se discuten dos leyes que de ser aprobadas nos van a convertir en el paraíso fiscal de lavado de dinero más importante del mundo y el que menos controles contra el crimen organizado de sustancias tenga.

La llamada Ley Cienfuegos, que obligaría a todas las agencias extranjeras como la CIA, FBI y la DEA a compartir mensualmente todas sus actividades, investigaciones e informantes con las autoridades nacionales que, como menciona Anabel Hernández, el mismo INEGI reporta en sus encuestas como las más corruptas de un país de por sí corrupto y con un sistema de justicia que resuelve entre el 2 y el 3 por ciento de las investigaciones a su cargo en lo general, o sea, en todas las materias que lleva. apelando a una soberanía que encubre a criminales dentro del sector empresarial, de fuerzas de seguridad y políticos, en una búsqueda desesperada pero despreocupada de la sangre que conlleva el servir de lavadero de dinero mundial con las reformas a las políticas de Banxico que va a permitir el cambio e ingreso de cantidades muy elevadas de dólares sin que se tenga que acreditar su origen lícito, refuta el discurso contra la corrupción de la 4T. Le abre por completo las puertas al crimen organizado para hacer y deshacer en el País tanto sus actividades ilegales como su adquisición de enormes cantidades limpias de dinero para crecer como un cáncer en el tejido social ya de por sí invadido del mal y amenaza con hacer metástasis en todos los órganos del Estado y nuestra sociedad.

De votarse a favor en el Congreso sería un foco rojo que el nuevo gobierno del vecino del Norte no va a tomar a la ligera ni va a permitir. No porque sean los buenos de la película, sino porque les representa una falta de autoridad y autonomía así como una pérdida de divisas. Ambas inaceptables.

Sea que el Presidente defienda a la Sedena por encima de su propio discurso y/o se sienta intimidado por el Secretario de la Defensa, como apunta Hernández en su artículo publicado en Deutche Welle, https://www.dw.com/es/la-ley-cienfuegos-y-la-venganza-de-garcía-luna-contra-la-dea/a-55936318 ambas iniciativas pueden tener un efecto realmente nocivo a la salud del tejido social, la economía y la paz nacionales ya que brinda una impunidad sin precedente en México a las organizaciones criminales y sus nexos con el Estado a todos niveles. Apuntan a una crisis diplomática internacional que haría muy bien el Canciller Ebrard en tener en cuenta para que a la brevedad mueva los hilos hacia el interior de las cámaras y apunte que ni los Países del Norte, ni la Unión Europea ni el resto de la comunidad Internacional se van a quedar cruzados de brazos ya que el crimen organizado ha permeado todos los ámbitos globales y dicha ley y reforma es como entregarles una chequera firmada en blanco con fondos ilimitados para que operen todavía con mayor impunidad y descaro.

Queda claro que muy lejos de limpiar al Ejército la 4T se ha convertido en su rehén. Los cientos de millones de víctimas que han cobrado los nexos con el narcotráfico y todas sus actividades se deben estar revolcando en sus fosas comunes y es probable que México no tenga tierra suficiente para volver a cubrir sus cuerpos en la clandestinidad. Explotación sexual, pornografía infantil, extorsión, secuestro, cobro de derechos de piso, tráfico ilegal de sustancias e hidrocarburos van a ser la nueva economía y el PIB del México de la 4T. Bienvenida sea la nueva Ética y la Cartilla Moral del Narco Estado legal.