Rodrigo Obregón Sánchez
Hoy en día, la taxonomía que divide al mundo de acuerdo a sus clases sociales ubica a los países en tres grandes grupos, primer, segundo y tercer mundo. Fue al término de la Segunda Guerra Mundial, con el surgimiento de la OTAN como una alianza militar gubernamental y la firma del Tratado de Varsovia en la Europa Occidental, que se identifica a las economías mayormente industrializadas y se les otorga el apelativo de Primer Mundo. En la actualidad, uno de los indicadores que sirve de referencia para ubicar a determinado país, en el contexto económico mundial como país de Primer Mundo, es contar con un PIB per capita superior a los 15 mil USD.
Una de las formas de entender el beneficio de vivir en un país congruente con esta clasificación primer mundista, tiene que ver con la calidad de vida. La bonanza económica debe traducirse en beneficios directos a la población capaces de crear un clima de bienestar tal, que la especialización tecnológica e industrial que mantiene a la economía a la vanguardia, en ningún momento se vea comprometida. Explicado de otra manera, es necesario crear un círculo virtuoso donde el clima de bienestar incentive la producción y la especialización de los sectores industriales.
Uno de los resultados de establecer una vida en un ambiente de bienestar superior al promedio mundial es la evolución de la sociedad. El comportamiento de la sociedad se ajusta a un modelo que busca la perfección y el desarrollo constante. En los Países Bajos, la sociedad permanece en una evolución permanente, buscando satisfactores cada vez más sofisticados para atender a las necesidades de la población.
Es de destacar, que Holanda es el país que tiene el desarrollo más avanzado en aprendizaje de una segunda lengua. La mayoría de la población es bilingüe, se habla el holandés y también el inglés, casi con la misma calidad y elocuencia. El holandés es un idioma bastante complejo, desde la pronunciación hasta la gramática. Tiene parecido con el alemán, algunas palabras son similares; y también con el francés, es una lengua gutural.
El holandés se habla en el sur de Francia, en el norte de Bélgica y también en algunos pueblos de Alemania que hacen frontera con Holanda. Resulta increíble que siendo un idioma tan complejo, el desarrollo de los Países Bajos ha superado tal barrera y el día de hoy destaque por su gran capacidad tecnológica. Se dice que Eindhoven es la ciudad más tecnológica del mundo, y esto es porque cuenta con la mayor cantidad de patentes por metro cuadrado.
Amén de contar con la Eindhoven University of Technology, una escuela de grado profesional de las mejores calificadas del mundo. La educación es el primer pilar donde se sustenta el bienestar, un pueblo bien educado es capaz de encontrar nichos de especialización para convertirse en los líderes mundiales del sector. Los sectores donde se ejerce liderazgo requieren de una infraestructura óptima para garantizar los canales de distribución y las vías de comunicación.
Las carreteras de Holanda jamás tienen problemas de bacheo. No se observan tramos en mal estado y las únicas trabas que ocasionalmente se presentan son debido a las obras de mantenimiento. Unas buenas carreteras son el medio perfecto para consolidar las comunicaciones entre todos los países europeos. El transporte público es utilizado como transporte primario, la calidad del mismo es impresionante.
Uno puede subir al autobús y no debe pagar ni mostrar tarjeta alguna al subir. La población sabe que diariamente, una vez por semana o mensual, se debe comprar el bono de transporte. En la parada del transporte se ubica un lector de tarjetas donde uno se registra cuando sube y también cuando baja de la unidad, son tarjetas de proximidad, se acercan al lector y se realiza el registro automático.
Nadie revisa si alguien bajó del autobús y registró o no su tarjeta. Ocasionalmente sube un supervisor a la unidad de transporte público y confirma que los pasajeros cuenten con bono vigente. Esto es aleatorio y ocasional, pueden pasar semanas sin que a uno le sea solicitada la revisión del bono. La bicicleta es el medio de transporte preferido. Todo mundo sabe utilizar la bicicleta.
Los niños empiezan a ir al colegio en bicicleta a la edad de siete años. En su primer año de asistencia en ese medio de transporte se les asigna un chaleco fluorescente de manera que quien lo vea sepa que se trata de un conductor aprendiz por lo que es necesario extremar precauciones. Hay conductores de bicicleta de todas las edades, niños, jóvenes, adultos y ancianos; todos utilizan la bicicleta. Existen lugares donde el uso de la bicicleta es un placer, pedalear por las calles de Róterdam es como sumergirse en un cuento y descubrir la belleza del contraste de lo antiguo y lo moderno, lo conservador y lo tecnológico. No así en Amsterdam, en la metrópoli existe una sobrepoblación de bicicletas, para quién no está acostumbrado incluso puede volverse abrumador. Amsterdam es una ciudad hermosa, pero es un caos.
Gente de todas partes del mundo y las calles son cómo ríos de bicicletas, al pasar por un grupo de personas se descubre que hablan algo que parece chino, de repente cambia y se escucha algo no identificable, otro salto y se escucha español. En Holanda se transita en auto, bicicleta o a pie; en cada caso, los cruces entre calles cuentan con semáforos para cada quien.
Pueden avanzar bicicletas y peatones, o indistintos. Para cruzar las calles como peatón o ciclista, es necesario oprimir un botón que alerta al sistema de tráfico que hay gente esperando el paso, se detienen los vehículos y uno avanza. Hay inteligencia en los pasos de peatones y ciclistas, inteligencia que considera las variables del toque del botón para cada esquina. Un error de diseño y el sistema de control de tránsito sería el origen del caos.
Curiosamente, el robo que se presenta con mayor frecuencia en todas las ciudades de Holanda es el robo de bicicletas. Sin embargo, los Países Bajos son el Estado que cuenta con la menor incidencia delictiva del mundo, tan es así que tienen déficit de presos. Las cárceles cierran ante la ausencia de quien las ocupe.
La siguiente semana, la segunda parte…
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