Arturo Gil Borja

“El planeta tierra, es la tercera piedra a la derecha del sol”
Dr. Antelmo Vargas Blancas
Geólogo y Académico Universitario, acaecido el 10 de febrero 2021

Nuestro planeta, único en grandes riquezas naturales, no es más que una isla, en medio del Universo, con hábitats increíbles, que poco a poco los seres humanos hemos ido destruyendo.

Cuando las especies fueron poblando el mundo, incluidos nosotros, no conocía mayores fronteras que las naturales, pues donde terminaba la tundra, comenzaba la ceiba y quizá la selva, para culminar en un desierto o en un mar.

El poder de la humanidad inventó la propiedad privada y los límites territoriales, en donde se asentaron sociedades y gobiernos que le regularan; sin embargo siguió la migración de personas y especies, natural desde su aparición.

Quizá por fenómenos naturales, sequías o inundaciones, o simple y sencillamente por buscar alimento, los grupos de seres vivos han mudado de un lugar a otro.

El propio Estados Unidos presume su grandeza, derivada de los grupos de migrantes que llegaron por sus distintas fronteras (principalmente New York), y varios ex presidentes de aquella nación son hijos o nietos de migrantes, como Donald Trump y Barak Obama, tan sólo por citar un par de ejemplos.

No obstante lo anterior, la pobreza, corrupción, la falta de oportunidades e inseguridad que priva en varios países latinoamericanos, africanos, asiáticos y europeos de la parte este, de aquél continente, han obligado a sus pobladores a buscar un mejor lugar para luchar.

Los gobiernos y ciudadanos de los países que reciben a los migrantes, los ven como delincuentes, violadores, malhechores y seres sin principios, cuando su mayor delito es la pobreza y el deseo de superación.

He tenido la oportunidad de viajar al vecino país del norte, y platicar con latinos, (mexicanos, guatemaltecos, hondureños), que de manera legal o ilegal, laboran en aquella nación; dando su mejor sonrisa y esperando algún día obtener la ciudadanía; hablan con gran orgullo de su tierra natal y su familia, reconociendo los graves males por los cuales dejaron su país.

En México, actuamos con una doble cara, pues por una parte enfurecemos por el mal trato que dan a nuestros connacionales en Estados Unidos, pero aplicamos un racismo peculiar en contra de los migrantes, sean mexicanos o centro americanos.

En parte, quizá, porque nos sentimos inseguros al ver el tránsito de personas que, no teniendo ni para comer, algunos de ellos han delinquido, por lo cual juzgamos con la misma vara a todos, pero sin dejar de evitar y evadir a estas personas que, como todos nosotros, lo único que desean en subsistir y una mejor oportunidad de vida.

Hoy podemos celebrar que Joe Biden, actual presidente del país del norte, ha anunciado el cambio de política migratoria, porque desafortunadamente, los últimos dos años, le hicimos el trabajo a Donald Trump, como jamás se había hecho en la historia de México.

Lo anterior no quiere decir que los migrantes tendrán libre paso, pero al menos, dejaremos de hacer el trabajo de contener las fronteras y la migración, por un tercero que en nada nos beneficia, y que por el contrario, hoy hay serias acusaciones de violaciones de derechos humanos e inclusive de muertes como la de probables guatemaltecos encontrados en una fosa en Tamaulipas.

Por hoy me despido, esperando tus comentarios.

Hasta la próxima.
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