Qué importante es la presencia de ídolos de buenos principios y valores en la infancia de un pueblo, como lo fue la presencia del comediante mexicano Cepillín.

Se anunció en medios oficiales y por parte de familiares su fallecimiento a los 75 años de edad, por complicaciones de salud, el Día Internacional de nmemoración a la Mujer, 8 de marzo.

La gente se volcó sobre comentarios diversos en torno a esta situación lamentable, en diversas redes sociales.

Muchos recordamos su trabajo en el escenario.Muchos recordamos entonces sus canciones legendarias, que nos acompañaron en tantas fiestas de cumpleaños.

Eso es importante mencionar, en estos tiempos, donde muchos papás celebran con canciones que son de regetón, temas que no deberían escuchar los pequeños en sus fiestas por la carga hipersexual que muestran esos cantantes y que los niños no constituyen e público que debe recibir esos contenidos.

Muchas fiestas se hicieron conservando aún la inocencia de nuestras infancias al escuchar los legendarios temas del payasito de la televisión.

Aún recuerdo en esas épocas de los años ochenta, cuando en casa, mi familia ponía los discos de vinilo del señor Ricardo González.

El vetusto equipo de sonido reproducía las canciones, mientras cantábamos, bailábamos, o jugábamos los niños reunidos en mi cumpleaños.

Y cómo olvidar entonces, la versión de Las Mañanitas, de Cepillin.

Aunque no vi todos sus programas de televisión, en mi joven infancia, si vi otros,y esta es una lista de los programas que el comediante realizó.

La hora de la merienda con Cepillín – (1971 a 1976 como él mismo/Escritor).
El show de Cepillín – (1977 a 1980 como él mismo/Escritor).
Chulas fronteras – (1982 como él mismo/Escritor).
Chiquilladas – (1982 a 1988 en actuaciones especiales).
Los Sánchez – (29 de abril de 2005 Temporada 1, capítulo 160, como él mismo).
Cepillín – (2006 como él mismo/Anfitrión).

Cepillín dio sueños, fantasía, y despertó la imaginación, de milesde nosotros ya entrados en los cuarenta años.

Que ene se entonces pudimos o tuvimos oportunidad de terne una infancia, llena de juegos, y cariño.

Recuerdo mil veces querer ir al Circo de Cepillín, y pedirles a mis padres que me llevaran.

Tuvimos una buena infancia quienes nos divertíamos escuchando la música del odontólogo de Monterrey, quien comenzó su carrera actoral.

Desarrollada tras una estrategia de maquillarse como clown, para que los niños no sufrieran mucho cuando atendía sus necesidades buco-dentales.

Desde ahí mostraba como profesional de la salud su cuidado por los infantes, que sin duda se proyectó con toda esa fuerza en su trayectoria.

Reconocido y respetado por su trabajo en los escenarios.

Y es que no es nada sencillo, no es fácil así hacer reír a la gente, se debe nacer con un don, con un ángel, un carisma magnético, para cautivar.

Así hacia el payaso de la televisión, cautivaba a los pequeños con sus ocurrencias.

Y nos dejaba contentos después de verle actuar.

Es interesante apreciar el impacto positivo que tuvo en la sociedad, es como el cómico Capulina (Gaspar Heniane), ambos quienes desarrollaron una trayectoria importante en la comida blanca.

Supieron mantenerse así, haciendo un trabajo noble y muy inocente para su mejor público que fue la infancia.

No olvido tampoco sus películas

Milagro en el circo (1979)
Mientras haya niños habrá payasos (1982)
La corneta de mi general (1989)
Agradezco pues al periódico hidalguense, Síntesis Hidalgo, el espacio para esta columna de opinión y difusión cultural, El Escenario Escarlata, recuerde que también puede leer esta columna en https://laredaccion.com.mx/