Arturo Gil Borja
Ya habíamos comentado los resultados de la encuesta que realizó el INEGI, con relación al aprovechamiento y abandonó escolar a raíz de la pandemia.
De los 33.5 millones de mexicanos que estudiaban, entre los 3 y 29 años, casi 6 millones ya no se inscribieron para el actual ciclo escolar.
Resultados alarmantes sin duda alguna, pero consecuencia de una cruda pandemia que ha traído consigo más de 210 mil fallecimientos en nuestra nación.
Había que dar solución inmediata y todo parece que el proyecto ha cambiado, pues la educación es, junto con la salud, uno de los elementos básicos en cualquier sociedad.
Hace varios meses, la Secretaría de Educación Pública, comentó que la única manera de regresar a clases presenciales, sería cuando las entidades que así lo hicieren, estuvieren en semáforo verde, hoy y con la llegada de vacunas, se considera hacerlo, inclusive en aquellos estados en donde el semáforo sea amarillo.
El regreso será gradual y para ello se han establecido grupos, por regiones, para ir vacunando, tanto a maestros como personal administrativo, en otras palabras, a toda la comunidad académica.
El estado de Hidalgo está contemplado en el proceso de vacunación, a partir del 11 de mayo, junto con Sinaloa, Zacatecas, Estado de México, Tabasco y Tlaxcala, y en nuestra demarcación, serán inoculados 79,620 trabajadores de la educación.
Según ha manifestado el sector salud, una vez aplicadas las vacunas, se deberán esperar dos semanas a que las mismas hagan efecto y luego entonces, se pueda hacer un regreso a las actividades presenciales.
Para nuestra entidad, dependerá la vacuna que se aplique, es decir si es de una o dos dosis, pues en el primer caso (CanSino), se podría regresar entre el 25 de mayo y el 1 de junio, pero de ser de dos dosis, deberemos esperar a tener una fecha cierta de la segunda dosis, para establecer una fecha real y ejecutiva.
En las distintas entidades, las autoridades de salud y educación, ya han elaborado los protocolos para un “Regreso Seguro”, sin embargo, y con todo lo que día a día se descubre, quizá los mismos tengan algunos cambios.
Hay dudas que aún no se resuelven y que veremos, conforme transcurran las semanas, cuáles son las respuestas, destacando la preocupación de algunos padres de familia, en el sentido de que, si bien es cierto que se vacunará al personal académico y administrativo, no al alumnado, siendo estos, fuente de probables contagios dentro de sus hogares.
Otra duda importante, será la capacidad económica de las instituciones, para establecer no sólo las medidas de aislamiento, sino de higiene y dotación de materiales como cubre bocas, jabón, agua, en su caso gel y todas las medidas para sanitar las superficies.
Un dato que genera duda, es lo que sucederá con las instituciones de educación de carácter privado, pues aún se desconoce si el personal de éstas, está contemplado dentro de los datos, cifras y fechas de vacunación, teniendo un número importante de educandos inscritos en sus escuelas.
Por último y no menos importante, el temor fundado de la llegada de la tercera ola de contagios y la propagación de las nuevas cepas de la COVID, la inglesa y la brasileña, mismas que están llegando de manera silenciosa a México y que aún desconocemos su capacidad de contagio entre nuestros connacionales, pero que, en otros países, son altamente contagiosas y letales.
Urge, indiscutiblemente el regreso a clases y esperamos que las dudas se vayan disipando en las próximas semanas, en beneficio de toda la comunidad académica del país.
Hasta la próxima.
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