Pachuca.- En sesión solemne de la sexagésima cuarta legislatura local, la artesana tejedora Martina García Cruz originaria del municipio de Chilcuautla, recibió la presea Pedro María Anaya que se entrega en vida a las personas que por su actividad en las áreas del conocimiento humano o el arte hayan puesto en alto el nombre del estado de Hidalgo.

En el encuentro al que acudió en representación del gobernador del estado, Omar Fayad Meneses, el titular de la Secretaria de Educación Pública del Estado Atilano Rodríguez Pérez, y representantes del poder judicial así como instancias y organismos de la entidad, después de la lectura del decreto número 764 por el que se hace el reconocimiento, se hizo entrega a la galardonada, de un pergamino natural y una medalla de oro.

Previamente la presidenta de la mesa directiva de la comisión para la entrega de la medalla María Luisa Pérez Perusquía destacó de la galardonada que nació el 24 de febrero de 1941, y  Vivió su niñez, como cualquier niña del Valle del Mezquital, con responsabilidades de adulto, compartiendo el trabajo de su madre, apoyando en los quehaceres domésticos y en las actividades de campo.

“Se encontró con el telar de cintura a los 12 años. Margarita Hernández, una comisionada por el Patrimonio Indígena del Valle del Mezquital, llegó a la comunidad de El Mejay para enseñar a las mujeres diferentes oficios. Margarita traía consigo un telar de cintura, mediante la observación, Martina aprendió a urdir, preparar el telar y a tejer figuras únicas”.

Por su parte Martina García al agradecer la distinción, señaló que debido a que la única escuela primaria se encontraba muy lejos de casa, y sus padres no tenían los recursos necesarios para enviarla a ella y a sus siete hermanos, Martina no pudo asistir nunca a la escuela.

En sus respectivos mensajes tanto  representante del titular del  titular ejecutivo estatal, Atilano Rodríguez y el presidente de la junta de la junta de gobierno, Asael Hernández, coincidieron en señalar que hablar de los artesanos es hablar del arte popular mexicano, pero hacerlo en este caso, es un orgullo, además de como representantes populares y funcionarios, los compromete a velar por el desarrollo, fomento y preservación de todos los artesanos.