Parly Roque
El pasado 15 y 16 de septiembre como cada año recordamos y celebramos patrióticamente nuestra Independencia, un acto que en esencia marca la libertad del pueblo mexicano rompiendo las cadenas de dominio por parte del reino de España. A partir de ese momento muchos estudiosos de la política consideran que comenzó a gestarse la democracia mexicana, sin embargo, ese solo fue el inicio, pues a lo largo de la Historia la democracia ha ido evolucionando y como en todo proceso evolutivo día con día surgen nuevos retos que hasta a la fecha seguimos enfrentando.
Pero ¿por qué realizamos esta referencia? Horas después a nuestra celebración, el viernes 17 de septiembre, México fue cede de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), donde podemos encontrar países que hasta la fecha siguen siendo dictaduras antidemocráticas.
El hecho que más llamó mi atención fue la llegada y participación del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien desde hace más de un año no realizaba viajes al extranjero pues en su intervención el gobierno estadunidense acusó a Maduro de tráfico de drogas hace más de un año.
La sorpresa fue que de manera inesperada el presidente de Venezuela arribó a la Ciudad de México, para muchos jefes de estado la presencia de Maduro les fue incómoda, pues hay una clara división ideológica entre los gobiernos de América Latina, pues debemos de tomar en cuenta que dentro de esta división están un par de bandos, de un lado están los líderes aliados de Estados Unidos y por otro lado los gobiernos que apoyan aparentemente a los presidentes de Cuba, Venezuela y Nicaragua, las naciones que desde la percepción estadunidense siguen con prácticas socialistas y dictatoriales.
La cumbre tuvo su tinte polémico justo cuando el presidente de Paraguay, Mario Benítez, abrió su participación con una aclaración puntual, donde refería que su presencia en la cumbre no representaba el reconocimiento al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, pues él, cómo muchos otros mandatarios consideran al gobierno de Venezuela cómo anti democrático.
Desde luego que bajo opinión propia reconocemos que en los gobiernos latinoamericanos aún existen dictaduras que desdeñan la evolución democrática en América latina, pues en algunos países con dictaduras sufren de crisis humanitarias, económicas y sociales, como también hay persecuciones políticas y te callan si eres opositor al régimen.
Es por ello que desde nuestra trinchera siempre vamos a llamar a la democracia y a dignificar a los pueblos de América latina.
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