Ciertas formas de violencia son tan sutiles que llegan a invisibilizarse, más no así las secuelas de estas.
Y para darse cuenta habría que recordar que la violencia es todo acto u omisión que afecta física, emocional, mental o económicamente a otra persona, como en el caso del abuso verbal que puede ser descarado, por medio de insultos, humillaciones, burlas, sarcasmo o disfrazado de comentarios que subestiman, invalidan o ridiculizan, así como la indiferencia, desaparecer sin explicación, no cumplir promesas, engañar o aplicar la ley del hielo como castigo.
La dificultad para detectarlo reside precisamente en la confusión que genera la incongruencia entre lo que se dice y lo que se hace, más aún si en algunos momentos el abusador se muestra amable o amoroso y con sus actos u omisiones muestra rechazo o desprecio que desestabiliza al grado de que la víctima de este tipo de abuso comienza a dudar de sí misma, lo que se agudiza si no cuenta con un autoconcepto que no confirme los insultos o las acusaciones del abusador.
¿Por qué quedarse en la relación con una persona abusiva? Son múltiples las razones, y por supuesto, no es por gusto, como erróneamente llegan a considerar los espectadores de este maltrato, incluso quien reconoce el abuso experimenta una gran tristeza, frustración y enojo, pero desconoce los recursos con los que cuenta para detener el abuso o no permitir que le afecte profundamente.
Algunas etapas del abuso verbal son:
Justificación y debilitamiento de la autoconfianza- Confusión ante los ataques verbales y las omisiones en la conducta:
En un primer momento, la intención y el deseo de quien es blanco de este abuso es buscar soluciones con quien le lastima, hablar, cambiar la dinámica, marcar un alto a tales conductas, sin embargo, el abusador suele señalarle que está equivocada, que está mal de sus facultades y que es quien ocasiona que se le hable de esta forma, empleando la estrategia de “voltear la tortilla” (hacer responsable a quien recibe el maltrato de ser tratada de esta forma), ante la confusión y sin autoestima no es difícil llegar a convencerse de que es cierto que merece lo que su abusador le dice.
Arrinconar emocionalmente- pérdida de la autoestima (bloqueo de recursos):
Al intentar expresar la incomodidad o el malestar emocional ocasionada por el abuso, quien violenta incrementa el maltrato, condicionando o amenazando con terminar la relación o irse, la persona que vive el abuso tiene miedo de quedarse sola creyendo que no podría estar bien sin la relación con quien la maltrata porque entre otras razones su autoestima está altamente distorsionada.
Miedo e indefensión:
Un error es no comentar con otras personas lo que se está viviendo en la relación puesto que esto impide que puedan ayudarle a reconocer el abuso, lo que va aislando y llenando de miedo a la persona violentada.
La persona se siente indefensa al comprender que no puede hablar o quejarse respecto al abuso puesto que sabe que como respuesta obtendrá un maltrato cada vez mayor.
Las parejas extienden el tiempo del castigo, dejando de hablar por días o semanas, rompiendo la relación, haciendo sentir a su pareja que se están perdiendo de lo mejor que pueden tener en su vida: la relación con este, o en casos más graves amenazando con lastimarle si lo deja.
La violencia no se justifica
¿Cómo impedir que el abuso siga haciéndote daño?
Lo más recomendable es que dejes esta relación lo más pronto posible, pero si estás ahí puede ser porque no sabes como hacerlo, así que es necesario reconocer el abuso, comprender que no lo mereces, que no es tu culpa y que requieres ponerte a salvo, tanto si eliges terminar la relación como si decides continuar en ella.
La psicoterapia puede ayudarte a mirarte de otra forma y romper con las creencias que te llevaron a desconfiar de ti.
Visibilizar el abuso
Podría parecer difícil de creer pero no es así, generalmente la persona que es víctima del abuso es quien más tarda en darse cuenta o quien más se niega a admitir lo que sabe qué pasa porque no encuentra como salir de esto, y lo que es indispensable es que veas claramente que justificar el abuso o ignorarlo nunca es la forma de terminar con este, al contrario, la violencia suele irse incrementando, la respuesta al abuso es también lo que marca la secuencia de este, al reconocerla es posible empezar a buscar soluciones.
Mirarte con amor y protegerte
Debes saber que no tienes la culpa del maltrato, la dificultad para mirarte a ti misma con amor puede residir justo en la dinámica de la relación con quien te lastima, por esto, es indispensable mejorar tu autoconcepto, quererte y aprender a protegerse.
Solicitar apoyo
Solicitar todo el apoyo que necesites: psicológico, económico, legal… No te aísles ni te apartes de quienes estén dispuestos a apoyarte.
No abandonarse ni conformarse con el abuso
Nadie nunca tiene derecho de hacerte daño, aún si crees que quieres al abusador, piensa en ti y en lo que provoca en tu salud física y mental el abuso verbal.
Si tu pareja te grita, humilla, ningunea, invalida con sus gestos, miradas, palabras o al ignorarte es violencia y no mereces que te traten así, toma conciencia de lo que es y de que no puedes cambiar lo que el otro hace sino lo qué haces para no seguir siendo blanco de su conducta abusiva, si te haces daño creyendo que tiene razones para lastimarte te será más complicado dejar de romantizar el desamor o ver claramente qué hay abuso en tu relación.
Examina tus creencias y ponte a salvo:
El amor no rompe, no denigra, no va en contra de ti.
Aprende a pensar mejor de ti y establece una relación de amor propio, con límites claros y no negociables para recibir un trato amable y respetuoso aún en medio de las diferencias o discusiones.
Trátate bien, cuídate y descubre que antes del miedo a perder la relación debe estar la responsabilidad que tienes contigo para estar en donde te sientas segura, confiada, en donde estés a salvo siempre.
A veces, más vale estar sola que mal acompañada… ¿Es compañía estar con quien te hace daño? Y si te vas a quedar asegúrate de cuidar tu integridad, aprende a blindarte y no dejes que tu autoestima se lastime por nada ni por nadie.
Nadie que te ame te hará pensar tan mal acerca de ti hasta justificar su abuso. Silencia toda creencia que te lleve a creer que los gritos o la indiferencia son amor, las palabras también rompen, nadie que te lastima merece tu amor, recuérdalo siempre.
Un gran abrazo
@Lorepatchen
Psicoterapia presencial y en línea.