Dr. Edgar Castillo Flores
Hace algunos años durante un curso de Codesarrollo impartido en la Universidad Autónoma de Madrid, el notable investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), Miguel Moctezuma Longoria mencionó que, “las remesas son amor y cuando el amor se rompe, se dejan de percibir estos recursos”.
La cita anterior nos hace pensar que, durante 2021, hubo mucho más amor que otros años por parte de los connacionales en el exterior, especialmente en Estado Unidos hacia nuestro país. Esto, a pesar de que se sigue experimentando mundialmente un contexto de una pandemia. Pero, no todo son malas noticas, pues los ingresos por remesas que llegaron a México durante el año pasado resultaron ser el mayor monto en la historia. Y además, so configura como un apoyo directo y considerable para las familias mexicanas que han padecido como consecuencia de la pandemia.
Interesante observar que las verdaderas transformaciones se presentan del otro lado de las fronteras nacionales, y el logro es solo de ello, los migrantes, quienes en medio de una recesión y de oleada tras oleada de contagios por la covid-19, sus envíos han alcanzado la inédita cantidad de 51.594 millones de dólares. Lo cual, según los últimos datos reportados estos días por el Banco de México, da cuenta de un crecimiento del 27,1 por ciento respecto al año 2020.
El envío de remesas se ha convertido en una de las principales válvulas de escape de las familias mexicanas ante un complejo entorno económico que busca recuperarse por la pandemia. En términos generales, para la economía mexicana las remesas son una de las principales fuentes de divisas desde el exterior, equivalente al 4 por ciento del PIB. Así, el monto promedio por operación fue de 381 dólares.
Los estados con mayor captación de estos recursos son Jalisco, Michoacán y Guanajuato, (5,236.1, 4,984.9 y 4,308.8, millones de dólares respectivamente), no es casualidad que estas entidades son de gran tradición migratoria. Al acércanos a nuestra entidad, Hidalgo recibió durante 2021 un monto de 1,296.7 millones de dólares, lo que representa el 2.5 de todo el país, ubicándose en el lugar 17 de las entidades receptoras de remesas en México. Al igual que nivel nacional, su aumento fue de más 27 por ciento respecto al año 2020 cuando registro un monto de 1,022.9 millones de dólares. A nivel municipal, los principales municipios receptores de remesas durante 2021 fueron Ixmiquilpan, Tulancingo de Bravo,
Pachuca de Soto Actopan y Atotonilco el Grande.
En este sentido, a pesar de que el envío de remesas a México es un fenómeno de gran interés, resulta evidente que la pandemia aceleró su comportamiento hacia otros escenarios. Y si bien, en Estados Unidos radican cerca de 30 millones de mexicanos, gran parte de ellas y ellos labora en la economía informal, el contexto derivado del coronavirus ha sido un aliciente que llevó a las familias para pedir la ayuda de los migrantes en el exterior. Además, vale mencionar que, en Estados Unidos, gran cantidad de migrantes han recibido apoyos económicos por parte del Gobierno estadounidense.
La explicación de este notable monto tiene un sabor agridulce al amor que se mencionó de las remesas, ya que para México continúa representando la desilusión económica que no ha podido ofrecer mejores oportunidades laborales, por lo que muchas y muchos no tienen otra alternativa más que migrar, cada vez más, en condiciones de alto riesgo. Basta mencionar que, según datos del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP9) entre octubre de 2020 a septiembre de 2021, cerca de 608.000 mexicanos fueron detenidos por autoridades fronterizas de Estados Unidos.
Nunca está de más aseverar la parte positiva del envío de remesas al país de los mexicanos que se fueron a Estados Unidos, pues apoyan a sus comunidades de origen en temas básicos como salud, educación y alimentación. Pero el truco, lo negativo es que esos empleos se crean en Estados Unidos y no en México. Por ello, el récord de remesas no es logro gubernamental, sino un logro individual de que muchas familias han hecho un esfuerzo. Además, este logro ha sido a razón de la expulsión de miles de mexicanos jóvenes que no encuentran trabajo. Ya que, estas remesas provienen de jóvenes que recientemente han migrando, lo cual es una evidente perdida de capital humano.
En un escenario a futuro, en particular al fenómeno migratorio hacia Estados Unidos que continuará y con una economía nacional que no termina por recuperarse, el pronóstico es claro, las remesas seguirán batiendo récords, seguirán aumentando ese amor como ha venido sucediendo en los últimos años.
Investigador del Colegio del Estado de Hidalgo