Bethel García Vargas

El día viernes se dió a conocer el semáforo epidemiológico que prevalecerá por las siguientes dos semanas, el cual será verde para todos los estados del país, por la disminución en la ocupación hospitalaria de camas y ventiladores mecánicos en un 8 % y un 5%, respectivamente, también la baja de decesos de personas contagiadas por el virus. Las cifras son cada vez más bajas, afortunadamente.

Otro punto importante es la vacunación que se ha estado llevando a cabo en todo el país y los refuerzos que se han puesto, pues la aplicación masiva del biológico ha contribuido a que en caso de contraer la enfermedad el porcentaje de supervivencia a sea cada vez mayor, pues todo indica que nuestro organismo ya está preparado para defenderse del virus.

Dentro del cambio de semáforo en todo el país, también hace unos días se anunció que en Nuevo León y Coahuila el uso de cubrebocas ya no será obligatorio en espacios abiertos, con lo que se da un gran paso para poder regresar a la nueva normalidad, en donde ya estamos viviendo con el virus pero sin que se considere tan peligroso como lo era antes de que los científicos y médicos inventaran la vacuna para poder combatirlo.

Otro de los estados que consideraba quitar el uso de cubrebocas en lugares abiertos fue la Ciudad de México, pero no se autorizó la capital del país tiene mayor concentración de población y por las aglomeraciones la sana distancia no se podría dar correctamente, por lo que se mantiene el uso de cubrebocas en espacios abiertos y cerrados.

Considero que todos estos cambios que se están dando son pequeños pasos para que después de 2 años que hemos permanecido en pandemia, se logre volver poco a poco a la vida que teníamos antes de que el virus atacara a todo el mundo.

Justamente, hace unos días caminaba por la calle mi novio y al notar que no había más gente a nuestro alrededor decidimos quitarnos el cubrebocas por unos momentos y respirar un poco de aire fresco, en un primer momento hasta me sentí rara de no traer el cubrebocas en un lugar público, pues ya se tiene el hábito de usarlo, pero el hacer ese pequeño ejercicio me hizo recordar cuando todo era “normal” y no había un virus nuevo por ahí contagiando a todos y enfermándonos, después de eso nos volvimos a colocar el cubrebocas porque ya estábamos cerca de otras personas.

Como les mencioné, el cambio de semáforo a verde el que en algunos estados se elimine el uso de cubrebocas en espacios abiertos y por supuesto toda la disminución de la ocupación hospitalaria son pequeños pasos para que esperemos en unos meses más ahora si empezar con la nueva normalidad y que quiten a lo mejor el uso de cubrebocas en espacios abiertos y así poder volver a vernos bien, cosa que están considerando ya en varios estados, pero hasta que sea aprobado por los consejos de salud, así como ya se hizo en varias partes del mundo, pero el que estemos en semáforo verde no significa que ya se acabó la pandemia, solo significa que ya no hay tanto riesgo de contagio y los hospitales están más desocupados para poder atender casos graves.

Sigamos usando cubrebocas en espacios abiertos y cerrados, mantengamos la sana distancia, y pongámonos la vacuna para seguir previniendo una enfermedad grave, todo lo que hemos hecho hasta ahora nos ha ayudado a que salgamos adelante. Hasta la próxima.

bethgva@gmail.com