Por: Raymundo Isidro Alavez
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), en su asamblea anual del 8 y 9 de febrero de 1915 se decidió festejar a esas mentalidades creativas, talentosas, en su día 11 de febrero para homenajear a las mujeres y niñas dedicadas y entregadas a la ciencia.
En toda actividad que desempeña la mujer y también el hombre, para realizar cualquier acción se requiere de varias integridades, entre esta gama de virtudes están: autocontrol, compromiso, confianza, responsabilidad, persistencia, decisión, entrega, sacrificio, disciplina y muy eficientes en el estudio. Estas son algunas virtudes, hay más integridades por destacar. Conjugadas algunas de ellas, es como se obtienen resultados positivos en la ciencia y su beneficio de la humanidad.
En palabras de la primera mujer reconocida por sobresaliente en la ciencia, fue Marie Salomea Sklodowska Curie, más conocida por Marie Curie, obstinada científica que comparte su visión respecto a su experiencia, por cierto, a mi parecer, es amplio y profundo al generar conocimientos frescos. En sus palabras: “Debemos tener constancia y sobre todo confianza en nosotros mismos. Debemos creer que estamos dotados para algo.” Hagan caso omiso de la expresión común. “eres bueno para nada.” Cualquier persona que sea siempre tendrá elementos para contribuir en algún beneficio, siempre que se cuente con la voluntad.
En un principio encontrar ese objetivo, ¿el qué hacer? o ¿cómo hacer? Es el reto del poseedor de la mente propositiva, en esa búsqueda se manifiestan virtudes, antes, en estado latente, para descubrirla y desarrollarla se requiere de fuerza de voluntad, desarrollar el talento, emplear el ingenio, ser más eficientes en lo que se emprende.
Marie Curie nace en Varsovia, Polonia, y fue la primera mujer que obtuvo el Premio Nobel en Física en 1903. Participó en trabajo en conjunto con los científicos franceses Pierre Curie y Henri Becquerel, creadores de la ciencia de la radiactividad, descubrieron el “polonio”, elemento químico metálico que sirve para dar calor a las células y el “radio” que también es un elemento químico.
Entre los atributos de su personalidad, fue mujer activa en todo momento, empecinada en sus decisiones muy firmes, fidelidad hacia la decisión previamente analizada, destacó los pros y contras en sus investigaciones realizadas. Por ello, fue premiada debido a que llevo a la práctica su pensamiento hacia la eficiencia. Como ejemplo comparto a la lectora y leyente otra de sus máximas: “me enseñaron que el camino del progreso no era rápido ni fácil.” Tal enunciado es muestra de una educación familiar muy sólida, resultado de su cultura en la que fue formada. Cultura al trabajo, cultura al estudio, la cual fue forjada su personalidad, para aportar a la ciencia.
Para infortunio de algunos pobladores de países con atraso en la ciencia, en la tecnología, en la educación, justifican sus efectos obtenidos de sus propias decisiones. La dificultad del buen resultado, es debido a la escasez de sapiencia, estrategias empleadas y de visión prospectiva: “Uno no se da cuenta de lo que se ha hecho; uno solo puede ver lo que queda por hacer.” Ya distinguido el objetivo se dispone a realizarlo, solo que, para beneficios comunes o función pública se emplean los modos adecuados para convencer a otros y otros más. Pero, si se secciona en grupos participantes y excluidos no se dan resultados efectivos a lo planeado.
La radioactividad beneficia a la ciencia médica con el empleo del radiodiagnóstico con radiografías o rayos x, radioterapia, y medicina nuclear, los dedicados a estas áreas de la medicina contribuyen en localizar y tratar padecimientos. En la industria es muy amplio sus contribuciones, desde la industria la alimentaria, industria de la construcción para medir espesores, longitudes. De igual manera en la industria aeroespacial, conformada por: cohetes espaciales, aviones, avionetas y helicópteros.
En la agricultura, para medir humedad de la tierra requerida para la siembra de determinados productos, En fin, la radiactividad es una ciencia que beneficia a la humanidad y también es destructiva como fue la bomba atómica. Sus usos ya son responsabilidad de las y los gobernantes.