Hablar de migración es mucho más que referirse únicamente al “movimiento de personas de un lugar a otro”; es hablar de una travesía cargada de sueños, sacrificios y valentía. Es el acto de dejar atrás una rutina para buscar un futuro mejor, un techo más seguro, o una mesa con pan suficiente. Migrar es enfrentar la incertidumbre, es cargar con el peso de despedidas dolorosas mientras se camina hacia lo desconocido. Es un testimonio de la resiliencia humana, de quienes desafían fronteras, climas y prejuicios… Quien lo hace, lo hace con el anhelo de encontrar un lugar donde puedan ser escuchados, respetados y tratados con dignidad. Es, en su esencia, una búsqueda incansable por el derecho a existir y/o mejorar las condiciones de vida.

México enfrenta complejos desafíos para garantizar los derechos humanos de las personas migrantes, ya que somos un país de origen, tránsito, destino y retorno. El estado de Hidalgo es paso de diversas rutas migratorias, por lo que la situación también requiere atención ante el aumento de personas migrantes en tránsito y de nuestros propios paisanos que buscan por diversas causas, migrar a otros países, principalmente hacia Estados Unidos.

Protección de derechos y la dignidad

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en su artículo 1° el principio de igualdad y no discriminación, garantizando que todas las personas, independientemente de su estatus migratorio, deben gozar de los mismos derechos. Además, la Ley de Migración y su Reglamento refuerzan estos principios, asegurando el acceso a servicios básicos como salud, educación y asistencia humanitaria. La dignidad de las personas migrantes no depende de su estatus migratorio ni de las fronteras que crucen, sino de su esencia como personas. Es fundamental sensibilizarnos y tomar conciencia de que cada persona migrante lleva consigo una historia, un valor inherente y derechos inalienables que nadie puede arrebatar. Reconocer su dignidad implica tratarles con respeto, protegerles de la discriminación y garantizar que su búsqueda de una vida mejor nunca sea motivo de exclusión, violencia o abuso.

Por otro lado, al otro lado de la frontera… mucho se especula sobre el rumbo que tomarán las políticas migratorias que pondrá en marcha el Presidente Electo de Estados Unidos de América, así como de la respuesta que deberá mantener el Gobierno de México para evitar la violación a los derechos humanos de nuestros connacionales y es que, la migración es una realidad ineludible que requiere para su atención, una visión integral y solidaria.

La separación y deportación de familias migrantes es una de las caras más dolorosas de las políticas migratorias restrictivas. Niñas y niños arrancados de los brazos de sus madres, padres obligados a abandonar a sus seres queridos y familias divididas por fronteras representan tragedias humanas que dejan cicatrices profundas. Estas acciones no solo violan derechos fundamentales, sino que generan traumas emocionales irreparables y perpetúan ciclos de vulnerabilidad.

Desde la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo hemos caminado con familias migrantes y organizaciones civiles para coadyuvar en garantizar los derechos de las personas migrantes, ya que no es solo un imperativo legal, sino un compromiso social. Es necesario promover la inclusión y combatir la xenofobia para construir un entorno donde todas las personas puedan vivir y desarrollarse, independientemente de su origen o destino.

Les invitamos a apropiarse de la siguiente frase que en la CDHEH tomamos de bandera:

“Nuestra propia humanidad se define
en cómo acogemos a quienes caminan en busca de esperanza”.

Referencias
Consejo Nacional de Población. (2022). Informe sobre migración y remesas en México. Ciudad de México: CONAPO.
Gobierno del Estado de Hidalgo. (2023). Periódico Oficial del Estado de Hidalgo. https://periodico.hidalgo.gob.mx
Secretaría de Gobernación. (2021). Ley de Migración y su Reglamento. Ciudad de México: SEGOB.