“Señaló que actualmente quedan vivas alrededor de 50 peticiones de desafuero de las últimas dos legislaturas, entre ellas las relacionadas con el senador y dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, y el aún titular de la Fiscalía de Morelos, Uriel Carmona”.
En entrevista con La Jornada, Flores Cervantes explicó que la reforma aprobada en septiembre de 2021 en San Lázaro, que buscaba modificar la ley de juicio político, ya fue desechada, pero servirá de base a la iniciativa que él propuso para discutirse en el próximo periodo de sesiones.
Hace meses o quizá años, leí el texto que precede a mi comentario, en el diario La Jornada, que dirige mi respetada amiga Carmen Lira; La Jornada ha sido a través de los años o quizá deba decir, décadas, una constante en los que al quehacer gubernamental se refiere, al Congreso ahora en la tan de moda Suprema Corte o Reforma al Poder Judicial.
Ciertamente, en la LVII Legislatura fue diputado federal Santiago Creel Miranda; poco antes fue integrante del primer Consejo General Ciudadano del entonces Instituto Federal Electoral, hoy Instituto Nacional Electoral: Al momento de llegar a la diputación federal, violentaba la legislación de aquellos días, pues se exigía que debería pasar cierto tiempo para acceder a un cargo de elección popular: Aun así, fue presidente de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales.
Fue acusado de violar la ley y como tal se pidió en su contra el llamado Juicio Político, el desafuero y lo que se conoce como Juicio de Procedencia: El Hombre dio cátedra de excelente abogado, buen político y mejor diputado pues aceptó el reto que lo llevaría a la destitución por violentar las leyes electorales; solo pidió (y obtuvo) un pequeñísimo favor: Que antes de que la comisión correspondiente en Diputados ventilara el caso de su desafuero, saneara el tema en la congeladora legislativa, en donde peticiones de juicios semejantes las había, sí, y por montones. El tema ese murió en el olvido de la Congeladora Legislativa.
Hoy, una priista o ex priista (ya no se sabe) de hueso colorado, Ivonne Ortega Pacheco faltó al respeto de uno de sus pares, un diputado federal, de Tepito, por cierto, y para mayores señas, que está en la picota bajo acusaciones de intento de violación a una cuasi pariente, en la casa de gobierno en la que radicaba la mujer, sólo dios sabe bajo que derecho o prestaciones, pero dicen que ahí algo ocurrió (o no, la certeza hoy mismo no es mi fuerte).
Lo que haya pretendido Ivonne es insulso, pues pretendió hacerlo personal, privado, pero lo hizo delante de todos, en el Congreso y con prensa en ristre: Si, la ley debe prevalecer en todo caso pero, “haiga sido como haiga sido”, el “Cuauh” no tiene derechos por encima de su pares y como tal, su caso debe tratarse conforme al tiempo, es decir, primero los más antiguos y si los diputados y las diputadas de verdad quieren ponerse a trabajar, que saquen todo lo que hay en la “congeladora legislativa” para meterle gol a un personaje singular, para bien o para mal… muy querido por la fanaticada.

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