Con aplausos y porras, a las 20:00 horas salieron a la cancha del estadio Hidalgo las 22 jugadoras del Club Pachuca y Chorrillo FC, para disputar el primer duelo de grupo de la CONCACAF W Champions Cup 2025, buscando un lugar en el Mundial de Clubes Femenil del 2028.

Mientras en la parte norte de la tribuna se escuchó el clásico “Tuzas, Tuzas” por parte de la porra local, después del saludo entre las capitanas Charlyn Corral y Gloria Sáenz, la árbitra costarricense Delly Gómez dio el silbatazo inicial.

En los primeros diez minutos, las Tuzas llegaron en más de tres ocasiones a la portería contraria, sin embargo al 15 un fuera de lugar impidió que se validara el gol de Mayra Delgadillo tras un disparo desde fuera del área chica, causando enojo de la afición por la anulación del gol.

El festejo de las mexicanas llegó de forma inmediata porque al minuto 15 la delantera Delgadillo anotó la primera diana de la noche y seis minutos después la portera colombiana Sara Lozano fue sorprendida con otro gol, esta vez de Natalia Mauleón con un potente cañonazo.

Las futbolistas panameñas intentaron llegar a la cancha tuza, pero se encontraron con el muro defensivo integrado por Jocelyn Orejel, Yirleidis Minota, Mariana Cadena y Ayo Oke.

Durante los siguientes 20 minutos, el partido se mantuvo concentrado entre el área grande y la mitad de cancha de las visitantes, mientras los técnicos Óscar Torres, de Pachuca, y Raiza Gutiérrez intensificaban sus indicaciones desde la zona técnica.

En los primeros minutos del segundo tiempo las hidalguenses se acercaron a la portería panameña, pero un disparo se fue por un lado. De inmediato, el gol llegó por medio de la camiseta número 26, Paola García.

Al minuto 67, de cabezazo, cayó el cuarto gol de las Tuzas por conducto de Chinwendu Ihezuo, lo que hizo cantar a la tribuna y a los mil 517 asistentes, cifra que fue anunciada mediante la bocina del estadio.

La afición festejó el quinto y sexto gol, al minuto 82 y 86, respectivamente, por conducto de la delantera Nina Nicosia, que dejó sin posibilidades a la guardameta del equipo centroamericano.

En la recta final del encuentro, la porra local cantó en una sola voz el tradicional “te juro que te amo”, mientras la juez central dio el silbatazo final.