Pachuca.- Al afirmar que el voto de los mexicanos en el extranjero es un derecho político-electoral que debe fortalecerse, la diputada local de Morena Corina Martínez García, afirmó que la verdadera inclusión de las y los migrantes mexicanos en la vida democrática de México, no solo es permitir que voten desde sus lugares de residencia en el extranjero, sino que también tengan un represente en el Congreso local.
A decir de la legisladora, es afortunado que un político de la experiencia del diputado Julio Valera Piedras, del grupo legislativo del PRI entienda que un concepto de nación va más allá de la propia geografía respecto a que cada ciudadano en funciones debe tener la posibilidad de emitir su respectivo sufragio y expresar su sentir a propósito del rumbo del país.
“No es suficiente con permitir el derecho a que tienen nuestros connacionales en el extranjero a participar en la vida democrática de la nación, a través de garantizar que puedan votar desde el extranjero, sino que debe impulsar, como ella lo viene realizando, que los migrantes mexicanos tengan un represente popular en el Congreso de Hidalgo para lograr su auténtica inclusión”.
Martínez García, aseguró que lo anterior coincide en la importancia de que el Instituto Nacional Electoral consolidé y amplié el voto de los mexicanos fuera del país y precisamente, un buen número de ellos pertenecen a la comunidad migrante, personas que se buscaron un futuro de distintas maneras y que ya no podemos entender como una minoría, las cifras así lo indican.
“Estoy convencida de que con el apoyo de todos los legisladores en el trabajo de estudio y análisis en comisiones y luego con sus votos en pleno habremos de contribuir a los avances de una auténtica inclusión, pata que voten las y los mexicanos que residen en extranjero y también para que la comunidad migrante tenga a una Diputada o Diputado que los represente, porque nos debemos a la gente”.
Finalmente, la legisladora, aseguró que Hidalgo ocupa los primeros lugares con nativos viviendo fuera, por lo que dijo que nadie mejor que un migrante para defender al grupo social al que pertenece, porque nadie más conoce de cerca y primera mano las dificultades que enfrentan.