Christian Falcón Olguín
En 1942, el escritor, ensayista, filósofo y periodista nacido en la Argelia Francesa, Albert Camus (1913- 1960), publica su libro “El Mito de Sísifo”, ensayo filosófico enfocado bajo el contexto de la mitología griega al personaje “Sísifo”, rey de Corinto, quien, con sagacidad aprovecha la situación de haber atestiguado el momento en el cual el Dios Zeus rapta a Egina, hija del Dios fluvial Asopo, a quien le compartiría su paradero. Con dicho acto, se desata la furia del padre de los dioses helénicos, el cual designa a Tánatos, dios de la muerte no violenta, a que lleve a Sísifo al inframundo heleno.
Pero Sísifo se lograría librar de tal designio mortal, utilizando su astucia para encadenar a Tánatos y escapar salvando la vida. Al enterarse de dicha treta, Zeus, ahora le pediría a Hades, Dios del inframundo, que cumpla su pretensión y castigue al rey corinto por su osadía humana de meterse en asuntos de los dioses.
Sin embargo, Sísifo lograría nuevamente aludir la letal petición de Zeus, ya que le pediría a su esposa, la Reina Mérope, que sí, repentinamente él moría, no le realizase rituales funerarios, por lo tanto, cuando Hades se presenta para llevarlo a su infinito mortuorio y hacer cumplir el designio del rey de los dioses, Sísifo tendría una última petición en medio de su viaje fúnebre: regresar a Corinto para vengar el deshonor de no haber tenido un funeral digno de un rey por parte su reina.
Por lo cual, Hades accede a tal petición, con el acuerdo de que retornase de manera voluntaria, pero, al momento de llegar a su reino, Sísifo escapa con la reina Mérope por un largo tiempo, con el afán de no ser llevado nuevamente al inframundo, hasta qué, ya en su vejez recibe la visita ineludible de Hades para ser llevado a la morada de los muertos, pero ahora por burlarse de los dioses, tendría un castigo, sería sentenciado a empujar una gran roca redonda a través de la ladera de una montaña y alcanzar la cima, pero para su sorpresa, entre más se acercaba a la cumbre, la roca se hacía cada vez más pesada e inevitablemente se daba su caída por la ladera, llevando a que Sísifo lo intentara de manera repetitiva día tras día, por la eternidad.
Camus llevaría con el Mito de Sísifo, al razonamiento filosófico de “El Hombre Absurdo”, el cual implica examinar el propósito de la vida repetitiva, aquella rutina llena de hastío, que llena de un sinsentido para todos quienes integran el género humano, llevando con su ensayo, a proponer una razón filosófica para encontrar desde el “absurdismo” una escapatoria de aquel castigo cíclico de Sísifo, que sería, la oportunidad de aprovechar, valorar el día y la existencia, así como, actuar y dejar de lado la contemplación, para de esta forma disfrutar y alcanzar plenamente un sentido de existencia más allá de las vicisitudes diarias de la vida.
En próximo domingo 05 de junio, se llevará cabo elecciones por las gubernaturas en seis estados de nuestro país: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo; por lo qué, este proceso definirá el rumbo que cada entidad busca y merece.
Durante prácticamente tres meses que duraron las campañas políticas, a quienes figuraron, desde alguna una candidatura a la gubernatura, quedó de manifiesto el recibimiento de las aspiraciones, problemáticas y necesidades externadas por los ciudadanos de todas las regiones, recopilado a lo largo de su recorrido por zonas rurales y urbanas las condiciones de vida de la gente de todas las edades, las personas mostraron sus preocupaciones y carencias, y ¿por qué no? las tristezas, frustraciones y la desesperanza que les invade por el abandono de quienes representan las instituciones gubernamentales, emociones con las que se convive diariamente de manera invariable.
Pero, más allá de las desacreditaciones, de ideologías políticas y colores partidistas, es necesario identificar claramente el ejercicio de la voluntad ciudadana, a través del voto, es comprensible que la falta de interés por asistir a votar por parte de los electores sea una realidad, pero son momentos de asumir la participación ciudadana con responsabilidad y hacer valer cada decisión individual, en suma, se puede ganar o perder, lo cual es parte del ejercicio de la democracia, donde el voto de las mayorías define al cargo de elección popular, pero lo que si no se puede perder, es la oportunidad de ejercer el derecho constitucional para decidir y elegir a través del sufragio en las urnas a los gobernantes.
Para concluir, desde la óptica del “Mito de Sísifo” y el “Absurdismo” de Camus, se generan paralelismos de reflexión, ya que, desde la alegoría helénica, se puede observar a una sociedad inundada entre bucles interminables de crisis económicas y desempleo, desigualdad, corrupción e injusticia, que puede generar desinterés de participar y buscar cambios o mejoras en el sistema de gobierno, pero al mismo tiempo, desde el absurdismo, se puede llegar descubrir la consciencia individual y colectiva, es decir, comprender la realidad en la que se vive, los factores que generan la decadencia social y la falta de gobernanza, y a partir de ahí, encontrar la motivación para actuar y generar los grandes cambios sociales e institucionales.
Finalmente, destaco a Albert Camus, aquel 10 de diciembre de 1957, quien, desde el recinto sueco de la Sala de Conciertos de Estocolmo, era galardonado con el Premio Nobel de Literatura, por su aportación desde el mundo de las letras en la búsqueda de la conciencia social del género humano, y que, entre discursos y agradecimientos, remataría con un mensaje de inflexión dirigido a las grandes encrucijadas de la humanidad: “Indudablemente, cada generación se cree destinada a rehacer el mundo. La mía sabe, sin embargo, que no lo rehará. Pero su tarea quizá sea más grande. Consiste en impedir que el mundo se deshaga”.