La décima cumbre de líderes de América del Norte terminó con la confirmación de que la región sigue existiendo como un bloque económico en operación, lo que es importante de hacer notar y subrayar sobre todo en este momento, donde los conjuntos económicos multinacionales se transforman y se camina hacia una reordenación en este mismo siglo.

En efecto, la mejor perspectiva para analizar al bloque norteamericano es el del largo plazo, en el cual se observa que en 12 años más, se estará por cumplir un par de siglos de la creación de la primera unidad de este tipo, época desde la cual se han ido agregando varios más hasta contarse a la fecha con 10 principales. https://cutt.ly/H2AqUkE
Por lo pronto, lo que se vive es la rivalidad entre la Asociación Económica Integral Regional (RECEP), impulsado por China, y el T-MEC, formado por Canadá, Estados Unidos y México, los dos bloques que encabezan a la lista de 10 principales.

En cifras previas a la pandemia de Covid-19, la RECEP representaba 29.8 por ciento del PIB mundial, mientras el T-MEC estaba 10 puntos porcentuales abajo, con el 19.9 por ciento del PIB mundial. Sin embargo, los estragos en la economía de la pandemia, y la fuga de empresas de suelo chino que aún no es posible medir a cabalidad, podría reducir esa brecha en los próximos años.

Importa mencionar que otros 10 puntos porcentuales atrás, en tercer lugar, se ubica la Unión Europea (UE), el más completo porque ya ha logrado una gran coordinación de políticas en varios rubros y no solo en el económico, pero la salida de Reino Unido la ha impactado, aunque de nueva cuenta, la estabilización tras la pandemia y la guerra en Ucrania, mostrará su nuevo peso real, posiblemente a la baja.

En ese contexto de reordenación de regiones económicas, un país como México encuentra más ventajas que desventajas al pertenecer al antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte, aunque de ninguna manera es la solución a sus problemas como en buena medida fue vendido en los años 90 del siglo pasado, cuando se negoció y formalizó.
Sin embargo, la economía mexicana por sí misma tendría pocas perspectivas de avanzar. De hecho, ninguna economía ve un horizonte promisorio sola, de ahí que la mayoría de economías del mundo pertenezcan a uno o inclusive a más bloques económicos, situación que no parece vaya a cambiar en las décadas por venir.

En el caso norteamericano la administración de Donald Trump buscó agudizar las de por si fuertes desigualdades que mostraba el TLC de esos años, a fin de favorecer su America First, una ilusión ante el declive estadunidense, que lleva a nuestro vecino del norte a que le sea más necesario unirse con sus socios de Canadá y México.

El bloque norteamericano mostró en esta cumbre de líderes que tiene potencial, pero su funcionamiento económico debe deslindarse de otros aspectos que le influyen, pero no pueden solucionarse desde su propio funcionamiento.

El bloque norteamericano necesita centrarse en su mejor articulación, más que convertirse en motor de la integración de otras zonas, que tienen sus propias dinámicas. También es importante que esta región se mantenga dentro de los valores democráticos, pues la economía no resuelva situaciones políticas. Como un caso tenemos el chileno, puesto como ejemplo de crecimiento económico pero que no mejoró sus índices de desigualdad.

Y esta es quizá la principal carencia del bloque norteamericano visto más allá de lo económico: el funcionamiento comercial no se ha traducido en menor desigualdad ni entre sus tres miembros ni al interior del que muestra mayores índices de desigualdad: México, pues hacen falta más políticas específicas que la reduzcan, aprovechando el empuje comercial, pero sin esperar que este lo arregle todo.

De salida: Los desórdenes del pasado domingo 8 en las sedes de los tres poderes políticos de Brasil en su capital, Brasilia, por supuesto que son condenables, empero debemos preguntarnos qué le pasa a quienes escogen negar la realidad y en lugar de prepararse para la siguiente lucha electoral, intentan imponer su voluntad. Pasó en Estados Unidos hace dos años, y entender lo que sucede en los grupos sociales rebeldes a las urnas, ayudaría a evitar hechos similares en otros países.
j_esqueda8@hotmail.com