Hoy 22 de febrero se celebra el miércoles de ceniza, una fecha señalada en el calendario litúrgico de la iglesia católica que pone en marcha la cuaresma, el período de 40 días en los que se prepara la celebración de la pascua y empieza la cuenta atrás para el inicio de la semana santa.

En entrevista para Síntesis, Julián Marciano Reyes García párroco de la Iglesia de San Francisco en Pachuca, comentó sobre el origen del miércoles de ceniza, el cual inició en el pueblo de Israel donde existía la firme conciencia de que la ceniza evidenciaba una actitud de conversión para el hombre, en el libro del profeta Jonás, cuenta cómo se cubría la cabeza con ceniza pidiendo perdón a dios por sus faltas y errores.

Así mismo comienza también la época de abstinencia de carne, que se prolonga durante los viernes de cuaresma, conocidos como días de vigilia, con la mentalidad bíblica de Moisés, que recomienda tres actos de piedad que son, la limosna, la oración y el ayuno; la limosna representa la manera de compartir nuestros bienes con quien más lo necesita; la oración simboliza abrirse a dios para dialogar con él; y el ayuno es abrirse a uno mismo descubriendo que somos dueños de nosotros mismos hasta en el aspecto de poder sacrificar la forma de recibir los alimentos.

La ceniza es la última manifestación de un ser vivo, ya que después de ella no existe absolutamente nada y por ello ser ceniza es entender la caducidad de la existencia humana pensar como vivo y como voy caminando en la vida.

Este acto sacramental puede ser recibido por cualquier persona creyente o no en la fe católica, al imponer las cenizas, el sacerdote expresa algunas de las frases extraídas de las Sagradas Escrituras tales como: recuerda que polvo eres y que en polvo te convertirás, me arrepiento y creo en el evangelio.

Las cenizas que se utilizan proceden de la quema de las palmas y ramos que han sido bendecidos el domingo de ramos del año anterior, estas son rociadas con agua bendita y luego aromatizadas con incienso, con ello se cierra todo el ciclo de simbolismo que rodea la cuaresma y la semana santa.