España acudirá este domingo 23 a las urnas para elegir al nuevo gobierno y si la tendencia marcada en los comicios municipales y autonómicos del pasado 28 de mayo se mantiene, la estafeta pasará del actual gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) al Partido Popular (PP), con el posible ascenso de Vox y la curiosidad de conocer hasta dónde llega el declive de partidos que en su momento significaron la renovación de la izquierda, como Podemos.

Visto en porcentaje sobre el total del voto emitido el anterior mayo en las municipales, el PSOE de Pedro Sánchez quedó a más de tres puntos porcentuales del PP de Alberto Núñez Feijóo, con 28.12 y 31.53 por ciento, de manera respectiva, mientras Vox sumó 7.19 puntos porcentuales.

Por el número de concejales, se trató del ascenso en casi dos millones de votos y más de tres mil concejales por parte del PP en relación a 2019, mientras el PSOE perdió mil 500 concejales y alrededor de 400 mil votos también respecto a cuatro años atrás.
Se esperaba antes de ese mayo que las elecciones generales fueran realizadas en diciembre, pero el retroceso de la formación en el gobierno adelantó en cinco meses la cita electoral, que se celebra así este domingo 23.

De acuerdo al promedio de encuestas elaborado y publicado por el sitio electocracia.com, el ahora opositor PP tiene tendencia de voto de 34.7 por ciento, mientras el PSOE alcanzaría 28. 2 por ciento, Vox 13 puntos y Sumar, organización de nuevo cuño que se ubica a la izquierda del PSOE y a la cual se sumó la exestrella Podemos, sumaría 12.6 por ciento.
Visto por el número esperado de escaños, el total de los correspondientes a PSOE y SUMAR (141) quedaría detrás del número proyectado para el PP (de 143 a 145), mientras VOX tendría de 34 a 36.

Sobre el total de 350 diputados, para alcanzar la mayoría se necesitan 176, de manera que a pesar de sus proyectadas cifras favorables, el PP necesitaría de VOX, mientras el PSOE aún con una alianza con SUMAR quedaría lejos de la mitad más uno de diputados de la mayoría absoluta.
VOX se convierte así en una organización importante si a la hora del depósito de sufragios de este domingo, las proyecciones se cumplen.
Este partido tiene en España banderas similares a las de los republicanos en Estados Unidos. Pretende derogar las leyes que permiten el aborto, como ya lo hizo la Corte suprema estadunidense, además de las correspondientes a la eutanasia.
Sus propuestas en materia de educación corren paralelas a las republicanas estadunidenses, pues defienden la recuperación del papel de los padres en la educación de los hijos, de manera que aquellos conozcan y acepten los contenidos educativos de corte sexual o ideológico.

Tiene además otra propuesta que podría significar su estancamiento, habida cuenta del regionalismo español, la cual consiste en acabar lo que denomina “fronteras artificiales” creadas por las 17 comunidades autónomas del país ibérico, propuesta ante la cual se antoja impensable a un catalán votando por este partido.

Por lo pronto el actual presidente Pedro Sánchez parece dirigirse a la salida del palacio de gobierno de La Moncloa, quejándose del “antisanchismo” que se basa en mentiras, manipulaciones y maldad, el cual borra sus logros, según ha explicado.
De salida: La brillante idea de flotar grandes boyas color naranja en el Río Bravo entre Texas y México para cerrar el paso de migrantes sin documentos, parece complementarse con el regreso por la fuerza de niños, mujeres embarazadas y hasta lactantes al río y a pesar del peligro para sus vidas. Ante esto no basta llamar a no votar por el gobernador Greg Abbott, entre otras razones, porque apenas tomó posesión de su tercer mandato al hilo el pasado enero.
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